El Ayuntamiento de Siero acaba de sacar a licitación la mejora de cinco caminos en la zona rural del concejo. Entre ellos se incluyen dos muy reivindicados por los vecinos de Muñó, el de Los Ablanos y el de Barbales. Se trata de una zona de acceso a fincas y viviendas, por la que solían transitar ciclistas y tractores pero que lleva unos años completamente impracticable. Tras denunciar la situación en LA NUEVA ESPAÑA y manifestarse frente al Ayuntamiento, el gobierno local lo ha incluido en los dos lotes de mejoras que acaba de sacar a concurso por 70.602 y 79.385 euros. 

El primero de los lotes incluye no solo este trazado de Los Ablanos, sino también otros dos caminos: Barbales (Muñó) y La Cuesta (Pola de Siero). El otro paquete de mejoras va destinado al tramo de Leceñes a Castiello (Valdesoto) y al de Forfontía (La Carrera). 

La apuesta por mejorar los caminos es una de las principales en lo que a inversión en zona rural se refiere. La mayor parte de la asignación económica para las parroquias no urbanas tiene que ver con esto y con las redes de saneamiento y abastecimiento.

De las citadas intervenciones en caminos, las que habían sido más demandadas por los vecinos eran la de Los Ablanos y la de Barbales. 

Su pésimo estado a raíz de los temporales de lluvia impide que los vecinos puedan acceder a sus casas y fincas, atravesarlo con el ganado o incluso pasar con sus tractores para recoger agua de un manantial. Lo contaban apenados meses atrás más de una decena de residentes en el lugar, que llevan solicitando su arreglo desde 2016, aunque los mayores desperfectos se ocasionaron en 2018.

Así lo relataban Vidal González, Alfonso Fano o el antiguo alcalde de barrio, Juan Alonso, entre otros. González, de 53 años, vive ahora en Pola de Siero, pero nació junto a ese paso. El que lleva de Barbales a La Rescuarta y ahora “está intransitable”.

Para él, el mayor inconveniente es que “no se puede llegar al manantial, de donde se coge el agua para el ganado, con tractor. Tampoco podemos subir a las fincas de eucaliptos a por madera y otros vecinos, casi todos mayores y con achaques, no pueden subir a su ganado o acceder a sus terrenos por ahí”. 

La única opción que les queda es “dar un rodeo de kilómetros por Muñó”. Los que llevan toda la vida allí recuerdan que siempre fue “sitio de paso de ganado, tractores, vecinos y ciclistas”. Ahora es imposible, los profundos hoyos provocados por el agua impiden el normal tránsito, difícil incluso a pie.

El recorrido tiene una longitud de 1.300 metros, pero solo se solicitaba la reparación de la zona más dañada, de aproximadamente unos 220 metros. Por ver está cual será la zona de actuación exacta. Es decir, si se reparará la totalidad de la zona o únicamente la que da acceso a viviendas, como en su momento valoró el concejal de Medio Rural, Alejandro Villa. 

El proceso de licitación de las mejoras podría demorarse varias semanas, debido a la carga burocrática. En todo caso, las obras deberían iniciarse antes de que acabe el verano y concluir incluso antes del último trimestre de este año.