La construcción de la gran nave logística de Amazon en el polígono sierense ya avanza por las paredes: el esqueleto del futuro almacén ha empezado a ser recubierto en los laterales. Aunque en la mayor parte de la estructura los bloques de hormigón prefabricado aún no superan las dos alturas (el edificio tendrá cuatro), en uno de los puntos ya ha llegado al punto del techo.
El despliegue de grúas y maquinaria en la zona es inmenso y el tamaño del equipamiento llama la atención incluso desde la panorámica lejana que ofrece desde la autopista. La previsión es que el complejo esté terminado el próximo verano, en julio.
Los montajes de estos complejos logísticos siguen también el mismo esquema: grandes bloques prefabricados de hormigón diseñados para ensamblarse a la perfección, como una especie de puzle, que son colocados con la ayuda de grandes grúas.
Ayer, varios operarios trabajaban en la zona que linda con el límite de la parroquia de Granda, donde se ha cerrado un acceso que está siendo aplanado para habilitar una especie de vial de servicio al área donde se desarrollan los trabajos de edificación de la gran nave.
La compañía americana invierte más de 100 millones de euros en el desarrollo de su proyecto en Bobes, donde prevé crear un millar de empleos una vez entre en funcionamiento para dar servicio al Noroeste de España y a Portugal.