El fitkid es una modalidad de baile deportivo que mezcla danza con acrobacias. Se valora en dos baremos: por un lado, la parte artística, como una coreografía cualquiera, y por otro, las acrobacias y la fuerza, flexibilidad, dificultad, habilidad o destreza que requieren. En Asturias nunca antes se había practicado. Hasta el pasado agosto, cuando comenzó a hacerse en Lugones. Este fin de semana, una delegación compuesta solo por tres deportistas sierenses se dio a conocer en el panorama nacional, en la copa de España, en Barcelona. Allí, colgando la bandera de Asturias del techo, les hicieron (junto a la Comunidad de Madrid, que también se estrenaba) un homenaje de bienvenida, cuenta el grupo ilusionado.

Explica Alba Hernández-Mirueña, directora de la escuela Candelarte, en Lugones, y una pionera en la implantación de esta mezcla entre deporte y baile, que conocieron la modalidad deportiva por redes sociales, a través de vídeos. Quisieron saber qué era eso e hicieron, el pasado agosto, un seminario. Vieron que les gustaba y que se ajustaba al perfil de personas que integraban su escuela, donde muchos provienen de la gimnasia rítmica y que ya tenían la parte de acrobacias más o menos integrada.

Lo siguiente que hicieron fue acreditarse para dar clases de esta modalidad, sacándose los títulos técnicos necesarios. Y al inicio de curso, ya estaba el fitkid en la escuela. Además, esta actividad también la ofrece el Ayuntamiento, en La Fresneda y Lugones. Juntos crearon “el primer Club Fitkid de Asturias”. “En total, entre la escuela y el patronato municipal, hay un total de 60 alumnos apuntados, señala Hernández-Mirueña.

En la cita de Barcelona, sin embargo, solo participaron tres. “Es que era la primera vez y queríamos probar el nivel. En la siguiente, que será en diciembre, ya tenemos previsto presentar a todo el club”, explica la bailarina. Las tres promesas fueron Paula Moutón, Candela González y Lidia Margolles. “Aún no están los resultados, pero sabemos que estaremos en la mitad baja de la tabla. Pero lo importante es que hemos estado allí y vimos que teníamos el nivel para seguir participando”, señala Hernández-Mirueña. Y más teniendo en cuenta que el vestuario, que tiene que estar homologado, no lo recibieron hasta última hora.

El fitkid es un deporte para todas las edades, pero solo los niños de entre 6 y 16 años pueden acceder a la competición, para lo que se requieren muchas horas de entrenamiento: más de cuatro semanales.