El Juzgado número 4 de lo Contencioso Administrativo de Oviedo desestima el recurso presentado por el subinspector Félix Campiña en el que acusaba al Ayuntamiento de Siero de vulneración de sus derechos en la conciliación de la vida laboral y familiar y falta de motivación en la adscripción a su nuevo puesto, donde pasaba a ejercer competencias de urbanismo como medición de ruido. Aún está abierto el plazo para la presentación de un recurso de apelación contra la sentencia.
La demanda ante el tribunal de lo Contencioso Administrativo por el subinspector Félix Campiña, uno de los miembros más beligerantes del Sindicato Independiente de la Policía Local de Asturias (SIPLA) con base en Siero, fue presentada el pasado 24 de febrero. En él se denunciaba la decisión tomada por el Ayuntamiento el 9 de noviembre, donde se informaba que el agente pasaría a ocuparse de funciones dentro del área de urbanismo, alegando que no se cumplirían con sus derechos de conciliación y que faltaba motivación en tal determinación.
El recurso administrativo ya se había desestimado, con fecha de 18 de diciembre y, ante la negativa del Ayuntamiento, el miembro de la Policía Local decidió recurrir a los tribunales de lo contencioso administrativo. La decisión del tribunal ha desestimado lo que alega el agente, aunque le queda la presentación, en un plazo de quince días desde que se emitió la sentencia, del recurso de apelación.
El fallo del juez hace una exposición de los hechos, donde se remite al año 2019. En ese momento, a fecha de 7 de septiembre, el agente solicitó una baja por incapacidad temporal, y dos días más tarde se produjo la resolución de Alcaldía donde determinaba que desempeñaría sus funciones en Urbanismo. Su reincorporación llegó en septiembre del 2020, cuando, a petición de Inspección de Trabajo, se pidió que se le instalara un protocolo antiacoso, cuestión que ahora mismo se encuentra bajo investigación.
La sentencia recoge que, con anterioridad, el agente había realizado este tipo de trabajos de medición de ruidos, que hace falta que haya tres agentes que desempeñen esta labor y que, además, según declaran los técnicos en este área, el policía no tendría que encontrarse con la persona a la que se está investigando en relación al acoso laboral. Luego considera “injustificada” la falta de motivación en la adscripción al trabajo.
Respecto a la vulneración de los derechos en relación a la conciliación de la vida familiar y personal, el fallo del jurado entiende que el agente ya goza de “flexibilidad horaria” y que su turno se ajusta al mismo que se desempeña desde las oficinas de Urbanismo del Ayuntamiento, en base a lo declarado por los técnicos del consistorio. Luego considera que se debe desestimar la demanda, sin que esto repercuta en costes adicionales para el demandante.
Este no es el primer problema que surge entre el agente de la Policía Local, adscrito al SIPLA, y el Alcalde de Siero, Ángel González, a raíz del nuevo destino en urbanismo. En un documento, Félix Campiña denunció haber sido interrogado por el regidor en su despacho, sin que nadie le leyera los derechos. El miembro del cuerpo local grabó la conversación y posteriormente denunció al edil sierense y presentó los hechos en el juzgado. El caso fue archivado, pero desde ese día el agente solicitó la baja médica. Varios meses más tarde, Campiña reclamó intervenir en el Pleno, se lo negaron por no presentarlo en tiempo y forma y, después, el SIPLA afirmó que el Alcalde había “degradado” a Campiña al destinarlo a Urbanismo sin un informe del comisario, que fue lo que luego denunció y se acaba de resolver.
