“Estaba mejor de lo esperado”. El concejal de Medio Rural, Alejandro Villa, valoró ayer así el estado del bosque de La Cebera, en Lugones, durante su visita al lugar, donde han finalizado las actuaciones de mejora en el arbolado, en concreto, en 170 ejemplares (cedros, robles, castaños, chopos, fresnos, acacias, arces, pinos y eucaliptos). Los trabajos han contado con un presupuesto de 88.498,12 euros y han tenido como finalidad aumentar la seguridad de los usuarios de esta zona verde, ya que se comprobado el estado de los árboles y se ha procurado su saneamiento.

El edil reveló que únicamente fue necesario talar “seis árboles frente a los 20 que estaban previstos”. El motivo por el que se decidió intervenir en La Cebera eran los posibles riesgos para la seguridad que pudieran entrañar los árboles en mal estado. “Se insistió en la poda, a los más perjudicados se les puso un sistema de anclaje, quitándoles parte de la raíz, para que funcionen como nido. La empresa tiene una larga experiencia, nos facilitó mucho las cosas”, resumió el concejal.

Anuncia Villa que se seguirá actuando, aunque el bosque comienza a gozar “de buena salud”. La idea, según comentó, es que el parque “sea el reflejo de Siero”. Le acompañó en la visita el concejal de IU Tarik Vázquez, formación que acordó con el Partido Socialista la intervención en La Cebera. “Llegamos a un acuerdo para la modificación presupuestaria incluyendo esto. Sobre todo por seguridad, pero nos gusta el enfoque medioambiental que le ha dado la empresa”, dijo Vázquez.

Este incidió en que “se ha estudiado muy adecuadamente cada uno de los árboles, solo se han podado seis y el resto se han dejado para que sirvan como materia orgánica para los animales”. Vázquez ya va más allá y pide dos cosas. Por un lado, “que se hagan estudios de los árboles que quedan” y, por otro, “que se potencie turísticamente, porque es la poca historia que les queda a los vecinos de Lugones”.

Por el momento, se está realizado una ficha técnica de intervención de los ejemplares que incluye un número de identificación, fotos del antes y el después de la actuación, datos obtenidos del control instrumental realizado y análisis de toda la información recabada, así como la descripción del estado en el que queda el árbol tras las labores realizadas.