La Asociación de Vecinos de Negales ha recibido un accésit en los primeros premios convocados por la Asociación de Amigos del Hórreo en la categoría "Lliño", que reconoce a las intervenciones artesanales de conservación de hórreos, paneras y cabazos de la región llevados a cabo por entidades o particulares.

El premio ha traído a la actualidad la dedicación que el año pasado tuvieron un grupo de vecinos de esta parroquia de Siero hasta conseguir que lo que eran una panera en estado de ruina y un riesgo para el entorno donde estaba implantada, se transformara en un bien mueble trasladado al parque del pueblo para satisfacción de todos. De ese trabajo ha quedado documentación fotográfica exhaustiva, que custodia Antonio Cuenco, presidente vecinal. Las fotos recogen todos los momentos de esa intervención: desde el corte en el monte de los árboles de los que iban a salir las piezas nuevas que debían sustituir a las irrecuperables de la panera original; el paso por la sierra, el trabajo de asentamiento en el nuevo lugar de emplazamiento, el demontaje de la vieja panera... "A pesar de los inconvenientes que hubo, al final todo salió bien y ha quedado una panera para el futuro", explica.

Labores de montaje de la panera comunal en Negales (Siero)

Los inconvenientes a los que se refiere Cuenco son, sobre todo, los que llevaron a esperar más de dos años por una respuesta de la Administración del Principado, que no daba contestación a la petición vecinal para aprobar el traslado de la panera que ya incordiaba en su situación original.

“Era una panera que tenía una propiedad compartida entre una familia de Negales y un marqués con muchas propiedades por la zona. Entre unos y otros iba a la ruina y, no se decidían a la restauración. De hecho la tuvieron ofrecida para regalar si alguien se la llevaba y la trasladaba, pero no cuajó”, relata Antonio Cuenco. Esa inacción llevó a un vecino, con nociones de construcción de hórreos, a plantear que "si la donaban al pueblo, entre todos se harían cargo del desmontaje, el traslado y la restauración. Eso fue en 2017 y hasta 2019 no nos autorizaron del Principado para nada, ni para desmontarla ni para arreglarla”, destaca el portavoz vecinal.

Fueron muchas las manos que ayudaron y que disfrutaron del trabajo colaborativo, y ahora la satisfacción es plena. "Sabemos que es una cosa guapa que queda en Negales para el día de mañana”, apunta Antonio Cuenco.

El trabajo llevado a cabo en Negales ha sido reconocido con el accésit del premio "Lliño" de los Amigos del Hórreo Asturiano; compartido con la Sociedad Popular La Regalina, de Cadavedo (Valdés) por su traslado, a terreno firme, de uno de los hórreos del Campo de la Garita que estaba en riesgo por un argayu. El premio principal se lo han adjudicado a un matrimonio con residencia en Las Regueras, Paz González Mesa y Xandru González Fernández, por su trabajo en la restauración de tres hórreos trasladados a su finca familiar. Sólo el trabajo llevado a cabo en Negales fue una obra comunitaria, y eso ha sido especialmente lo que ha valorado el jurado.