La Nueva España de Siero

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El techo del bar Lennon’s de Lugones se derrumba sin causar heridos

La camarera se salvó tras salir corriendo y uno de los dos clientes optó por refugiarse en el baño

Meritxell García, a la entrada del local. | I. G.

“Eran como las once de la noche, y solo quedaban dos clientes para cerrar el bar. Yo ya sabía que tenía una gotera; el perito había venido el lunes a mirarla y dijo que no pasaba nada. De repente, empezó a gotear el doble de rápido. El techo crujió, sonó un estruendo y yo eché a correr. Me salvé porque mi novio, que estaba fuera, me abrió la puerta. Me dijo que el techo se caían a mi espalda, como en una película. Yo solo podía pensar en los clientes, que seguían dentro”, cuenta Meritxell García, la camarera del bar Lennon’s de Lugones. Hace una semana, el miércoles 24 de noviembre, cuando el temporal alcanzó el punto álgido, el techo del local se derrumbó de forma espectacular.

No hubo que lamentar heridos. Lo que no se sabe es cuando podrá reabrir sus puertas el Lennon’s. Las dos personas que estaban dentro del local se refugiaron uno en el baño y otra se protegió con los brazos. Tuvieron suerte de que no estaban cerca del epicentro del derrumbe, en el medio del bar: “Son dos habituales, que siempre se sientan en la misma mesa, al fondo. Por suerte. Porque si llegan a estar más cerca, no lo cuentan”, dice García.

Meritxell recuerda también que ella volvía de haber estado de descanso y que ese día hubo partido del Madrid. Pero, al concluir, el local quedó vacío. “El crujir lo dice todo”, cuenta. Ahora, ni duerme del todo bien por las noches, ni puede escuchar ruidos fuertes. “Yo creo que el Lennon’s tiene una especie de ángel de la guardia. Es Roces, el fotógrafo que falleció este verano, porque cuando salí de allí y vine al Imagine lo primero en lo que me fijé fue en las tazas con su nombre”, cuenta, desde ese mismo local, señalando los objetos.

Estado en que quedó el establecimiento tras el suceso. | I. G. Inés Gago

La razón del siniestro, según le explicaron los bomberos después al dueño del bar, Chus García, fue una filtración de agua, justo donde estaba la gotera. El edificio tiene un patio, que es de la comunidad. Había un gran agujero y se estaba acumulando agua, pero con los revestimientos del techo y la insonorización, nadie se percató de nada. El perito, cuando fue, el lunes, la vio inofensiva. Y Meritxel, cuando llegó a trabajar dos días después, se fijó en los cubos en el suelo, pero tampoco le pareció preocupante. El temporal hizo el resto. El techo acabó cediendo. En cuestión de segundos, se dobló en esa zona y lo siguiente que recuerda la camarera es verlo caer y salir huyendo.

“Yo no sé que hubiera pasado si llega a estar el establecimiento lleno. No quiero ni pensarlo; no hubiera podido llevar una muerte en mi local”, afirma Chus García, el dueño del Lennon’s, que, en cuanto se enteró, fue corriendo a su establecimiento a socorrer a la trabajadora y los clientes.

Ahora, mientras habla con el Seguro para ver cómo se puede reconstruir el establecimiento, cuenta la pérdida emocional de mucho de lo que había entre sus muros. “Primero la pandemia y ahora esto, no sé como levantaremos cabeza. Por eso yo digo que si alguien me quiera ayudar, que vaya al Imagine, porque no quiero renunciar a esto. El Lennon’s me hizo feliz”, dice García. Ahora le queda reconstruir y seguir adelante.

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