La Nueva España de Siero

La Nueva España de Siero

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Así es Mario, el niño de cinco años que pidió una xatina a los Reyes: " “Este año me porté regulín pero me la trajeron"

Un niño de Lieres de cinco años que sueña con ser ganadero pidió con éxito a los Magos una ternera “de verdad, guapa y cariñosa”, a la que ha llamado “Campera”

Los Reyes trajeron la xatina de Mario.

–“Había un regalu que se movía y que era grande. Miré por un agujerín y vi que eren unes pates pintes. ¡Y qué era pa mi!”. Todo lo que quería estas navidades Mario Coviella, que relata así su experiencia de la noche de Reyes, era una xata pinta negra. Natural de Lieres, tiene cinco años y ya sabe que de mayor quiere ser ganadero. Lo lleva en la sangre. Es a lo que se dedica su madre, Lucía Cueto, de manera exclusiva, y su padre, Francisco Javier Coviella, a tiempo parcial. A su colección de animales, que cuida casi desde que nació, le faltaba uno muy especial.

La carta enviada por Mario a los Reyes

El problema era que a su madre no le gustaban demasiado las xatas pintas negras. Roxas sí, fueran pintas o no. Pero Mario no desistió y decidió trasladar su petición a unos seres a los que su madre no les podía decir que no, con la idea metida entre ceja y ceja ya desde el mes de octubre: Sus Majestades de Oriente los Reyes Magos. Primero, les escribió una carta, de su propio puño y letra, ayudado por su padre, donde decía que le gustaría que le trajeran “una xatina pinta negra, que sea de verdad, guapina y cariñosa”. “Si no la podéis traer, no traer nada”, añadió.

Después, contactó con los Reyes Magos mediante una vídeollamada por si había alguna duda. “Este año me porté regulín”, confiesa desde la cuadra donde ahora tiene a “Campera”, como ha nombrado a la xatina, justo al lado de “Gitana”, ya que son de una edad parecida. Está cerca de la casa de sus abuelos, en Llames Alto, en Nava, aunque él vive en Lieres y es alumno del Colegio Xentiquina.

"¡Una xata!": un niño de Siero recibe entre lágrimas este original regalo de Reyes

"¡Una xata!": un niño de Siero recibe entre lágrimas este original regalo de Reyes

Vestido con un mono rojo, con una raya verde, y botas de agua, el niño se mueve entre los animales con una naturalidad pasmosa. Tan pronto está sentado encima de “Gitana”, peinándola, como coge uno de los aperos de limpiar la cuadra y se pone a trabajar o da de comer a sus xatas. “En mi clase no hay nadie que quiera ser ganadero como yo. Solo dos tienen animales, pero nunca van a despacharlos”, cuenta el jovencísimo vecino de Lieres.

Él sí. Como su padre, que era igual cuando era un crío, es ganadero de “cama” desde que nació. No se puede decir de cuna, porque él nunca durmió en una cuna, que eso es para los peluches y si no se enfada. Por eso pidió la xata pinta negra. Y para el año que viene ya tiene previsiones de pedir otra.

Se la encontró la noche de Reyes al llegar a casa. Se había pasado la tarde “llevando les oveyes” de la cabalgata de Lugones y cuando regresó Sus Majestades de Oriente ya habían pasado por Lieres. Había muchos más regalos, pero uno era grande, mugía y se movía. De los nervios, ignoró a los demás. No quería abrir otro. Con ayuda de su padre, y sin explicarse cómo los Reyes Magos habían sido capaces de meterla en casa, se encontró con su xata pinta.

El futuro

Aunque Mario quiera ser ganadero, no va a ser fácil. “Antes, a mis padres, con seis vacas valía y ahora hacen falta sesenta para malvivir”, afirma Francisco Javier Coviella su padre. Porque cada vez se apuesta menos por el sector primario, sube el precio de la luz y la gasolina y bajan los ingresos que perciben por los animales.

Por todo esto y por su trabajo soñado, Mario fue junto a sus padres a manifestarse a Oviedo el pasado 29 de diciembre. Fue con un cartel donde se leía, precisamente, lo que quiere el niño sierense quiere para la ganadería asturiana: futuro. Pero, si la situación no cambia, en palabras de su padre, “está fastidiada la maniobra”. “Tenemos suerte de poder hacer lo que nos gusta, si no, no hay quien aguante”, concluye.


Compartir el artículo

stats