Las alegrías, cuando no se esperan, saben todavía mejor. Y el regreso del Valdesoto a Tercera División tiene ese sabor de algo que no tenían previsto a principio de temporada, cuando regresaron a Preferente tras el descenso del curso anterior. Así lo explica el presidente del club, Herminio Rodríguez Díaz: "Estuvo todo muy igualado y para nosotros fue una sorpresa gorda, el equipo lo habíamos preparado para la permanencia porque esta temporada, con tantos descensos, era peligrosa y bajar a Primera Regional era un riesgo".

Herminio Rodríguez vivió tras la victoria por 4-1 el domingo ante el Ribadedeva su tercer ascenso a Tercera como presidente del club. En su opinión, estar por encima de Preferente es para ellos situarse más arriba de su lugar natural: "Nuestro sitio es Preferente, lo que pasa es que todos los años intentamos mejorar", explica. Lo que tiene muy claro es que por delante les viene un curos durísimo en Tercera, con equipos muy importantes y en el que será difícil mantenerse: "Va a haber equipazos", señala.

Uno de los protagonistas de este ascenso ha sido el entrenador, Dani Castelao, con el que todavía no se ha hablado de renovación: "No hablamos nada todavía porque nos queda un partido por jugar y en toda la temporada solo hemos perdido uno (en casa ante el Berrón) y queremos al menos no perder ninguno más", dice el presidente. Además, es lo habitual en el Valdesoto empezar a hablar cuando se echa el cierre de una temporada: "Sabemos que tiene buen cartel, es el tercer año que lleva con nosotros y el segundo ascenso", dice el presidente sobre su entrenador.

A él también le preocupa cuadrarlo todo para jugar en una categoría en la que todo es más difícil: "La historia de Preferente a Tercera cambia mucho, hay que tener gente dada de alto en la Seguridad Social...". Si bien, confía en el grupo de gente que está detrás de este club: "Hay un grupo de gente que hace todo esto posible". También, para lograr la salvación, sabe que cuenta "con un vestuario muy bueno, que eso da puntos y ayuda cuando vienen mal dadas". Un vestuario que el domingo le metió debajo de la ducha: "Todavía estoy ronco de la celebración, acabé debajo de la ducha".