La fiesta de El Carmín se prevé multitudinaria en su regreso tras dos años de pandemia. Las cifras de las últimas ediciones celebradas con normalidad estiman que en el prao de La Sobatiella, en Pola de Siero, se pueden congregar "entre 40 y 50.000 personas", según los cálculos de Víctor Villa, concejal de Seguridad Ciudadana de Siero que adelantó hoy algunas de las medidas que tomarán para que la vuelta de la fiesta grande de la Pola sea "óptima" en cuanto a seguridad y no haya que lamentar incidentes graves. Para ello, además de una fuerte presencia policial, habrá un punto violeta con seis personas trabajando durante ocho horas ese día para sensibilizar y tratar de evitar episodios de violencia machista y, como novedad, otro punto para "tratar de sensibilizar a la población de los riesgos del consumo de sustancias psicoactivas en espacios de ocio", señaló Mercedes Pérez, concejala de Igualdad.

En cuanto a la presencia de agentes, el lunes 18 de julio se montará un dispositivo en el que estarán implicada la Policía Local de Siero, que tendrá a 28 efectivos trabajando; la Policía Nacional y la Guardia Civil. Cada uno con una función concreta que se perfiló en la reunión que mantuvieron en el Palacio del Marqués de Santa Cruz, además de Víctor Villa; Matías Amaro, de Cruz Roja; Eva Montes, Técnico de Igualdad; Mercedes Pérez, concejala de Igualdad; Sergio Luaces, subinspector de Policía Local; Fidel Fernández, jefe de Policía Local; José Luis Díaz, responsable de Mercado; Ana Nosti, concejala de Festejos; Fernando Crespo, de Protección Civil del Principado de Asturias; Daniel Suárez, Jefe de la Guardia Civil en el Puesto de Siero; Alberto Aragon, comisario del Cuerpo Nacional de Policía de Siero; Ramón García, inspector jefe de seguridad ciudadana de Siero; Juan Sierrra y Luis Álvarez, de Protección Civil Siero; y David Cimadevilla y Alberto Díaz, de la Sociedad de Festejos.

Villa explicó tras la reunión cuáles serán las funciones de cada uno de los cuerpos de seguridad: "La Local cubrirá lo que es el prao en sí, la zona de mayor conflicto, y el desfile; la Nacional, desde lo que sería la llegad del público a la localidad, con presencia en las estaciones de transportes, con la presencia de la unidad canina, con efectivos en calidad de paisano, sin uniforme, para intentar disuadir, que la gente tenga conocimiento de la presencia de agentes; la Guardia Civil, por su parte, estará para asegurar la zona del prao de la fiesta en cuanto a las cercanías de las vías ferroviarias para evitar cualquier tipo de desgracias; luego, Protección Civil con un hospitalillo; y, la Cruz Roja".

Ana Rosa Nosti, concejala de Festejos, pidió que se tenga la fiesta en paz y pidió también evitar riesgos innecesarios como el de acudir a la fiesta en chanclas: "No queremos ningún tipo de desgracia desagradable, que la gente evite venir en chanclas, la mayor parte de la gente que se atiende en el hospitalillo son por cortes; todos tenemos muchas ganas de fiesta, pero a ver si conseguimos que El Carmín de este año sea lo mejor posible". Mercedes Pérez, por su parte, explicó que "se pretende que sea unas fiestas libres de agresiones sexistas".