En casa de Samuel Cueva, de 18 años, las vajillas tienen muy poco valor por la afición que comparten padre e hijo. Al sierense, aunque residente en Noreña, la afición por disparar a los platos que vuelan por el cielo le viene de su progenitor quien, cuenta el sucesor, "lleva tirando toda la vida".

"Yo, casi desde que nací, a partir de los 3 ó 4 años, estuve tirando", continúa el que se ha proclamado recientemente campeón de Europa por equipos de la modalidad "trap 5" con la selección española y tercero en esa misma disciplina en la competición individual continental que se celebró el pasado fin de semana en Mérida (Extremadura).

La modalidad en la que participa Samuel Cueva tiene la desventaja de que no es olímpica, como sí lo es la de foso olímpico, que también practica pero hasta ahora no con tan buenos resultados como en trap 5. Y eso que se trata de dos disciplinas bastantes similares, ya que en las dos se compite con munición de 24 gramos y en las dos de lo que se trata de dispararle a platos que vuelan por el cielo tras salir de una máquina. En trap 5, en la que Samuel acaba de terminar tercero de Europa, son cinco las máquinas que pueden tirar un plato y cinco los lugares a los que pueden salir. En foso olímpico son quince las máquinas y tres las posiciones. En esta última, la clave está en la velocidad mientras que en trap 5 hay que estar muy atento para ver por dónde sale el plato y ser capaz de acertar y romperlo de un tiro.

Las cosas para este deportista asturiano no son sencillas, puesto que se trata de una disciplina minoritaria que lejos de reportarle beneficios económicos lo que hace es disminuírselos. A pesar de todo, este verano tiene pensado participar en dos competiciones más después de salir campeón continental con España y tercero de Europa individual: la Copa Presidente y el campeonato de España autonómico, las dos en Valladolid. Si bien, lo más importante llegará los días 10 y 11 de septiembre, cuando se presenta al campeonato del Mundo que se va a celebrar en Aveiro (Portugal). "Me estoy sintiendo cómodo, así que voy a Portugal a intentar hacerlo bien y si puedo pisar el podium perfecto", añade.

Todo cuesta dinero cuando lo que se practica es una modalidad como la de tiro al plato y entre lo más caro están las horas de entrenamiento. Por esta razón, Samuel Cueva tan solo puede ejercitarse los fines de semana. "Hay donde entrenarse en Gijón y en Mieres, voy los fines de semana y hago tres o cuatro series, si se puede ir sábado y domingo, mejor, y si no solo un día; me gustaría entrenarme más pero cuesta dinero", reconoce.

Gastos

Por eso, intenta que instituciones como el Ayuntamiento de Noreña, donde reside, le echen una mano. La Federación de Tiro Olímpico del Principado de Asturias, por su parte, sí que ha colaborado con él. "Nos presta una furgoneta y nos paga los peajes, que es una ayuda muy grande", reconoce Cueva. Todo ello, sin embargo, es para reducir los costes de seguir compitiendo en el deporte que le apasiona y que le gustaría seguir practicando fueran las que fueran sus circunstancias personales.

Y es que Samuel Cueva acaba de terminar los estudios de secundaria y va a cursar un Grado Superior de Mantenimiento Aeromecánico de Aviones en La Coruña. Eso le dificultará seguir con sus entrenamientos, aunque el objetivo es seguir tirando y compitiendo: "En Lugo hay un campo de tiro, a lo mejor no puedo ir todos los fines de semana pero cada vez que pueda lo intentaré". La meca de esta disciplina es Italia, donde se encuentran las mejores fábricas de escopetas, si bien, advierte el tirador de Noreña "España lo está haciendo bien a nivel internacional". Cuando lo dice, cita a Alberto Fernández, que fue campeón olímpico en los pasados Juegos de Tokio.