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El arquitecto municipal de Siero Benito Díaz prepara su adiós tras 42 años en el cargo

El responsable de la Oficina Técnica del Ayuntamiento y artífice del Siero moderno se jubila el 17 de noviembre, día que cumple 70 años

Benito Díaz, ante el palacio del Marqués de Santa Cruz.

El próximo 17 de noviembre está marcado en rojo en el calendario personal y profesional de José Benito Díaz Prieto, jefe de la Oficina Técnica y arquitecto municipal de Siero desde hace cuatro décadas. Esa jornada, el artífice del Siero moderno cumplirá 70 años y accederá a la jubilación, dejando tras de sí gran número de proyectos urbanísticos que han marcado el desarrollo del municipio durante las últimas décadas. Una carrera larga, prolífica y laureada, en la que Díaz ha imprimido un sello de discreción y la marca de un trabajo constante y callado, aunque no exento de autocrítica cuando ha hecho falta.

Con el retiro en puertas, ni siquiera se ha tomado vacaciones este año. "No suelo hacerlo nunca, como mucho me voy unos días pero poco más", confiesa. Y estos meses, además, está trabajando aún con más intensidad. "Hay muchas cosas y quiero dejarlas listas, hay varios proyectos encargados, alguno de envergadura, y quiero dejarlo hecho antes de irme", asegura con sencillez.

Están siendo, además, años de mucha actividad municipal, con múltiples planes y desarrollos que salen de la oficina sierense y que llevan su firma junto a la de María José Fernández. "El departamento se queda en buenas manos", bromea Díaz, refiriéndose a su futuro más inmediato y a su compañera arquitecta. Juntos han dado forma a múltiples trabajos y juntos consiguieron el año pasado el Premio Asturias de Arquitectura por el proyecto de urbanización de la plaza del entorno del Paraguas de Ildefonso Sánchez del Río.

Para Díaz era la segunda vez que se hacía con el galardón y el premio ha sido una especie de guinda a una carrera profesional como arquitecto municipal que arrancó hace 42 años y que deja como legado una colección de emblemáticas edificaciones en la Pola, Lugones o El Berrón. El profesional ha ido dando forma al urbanismo del concejo.

Su primer proyecto de cierta envergadura para el Ayuntamiento fue la rehabilitación del edificio consistorial de la Pola, con el que ganó en 1984 su primer Premio Asturias del Colegio de Arquitectos.

Entre una y otra distinción, y a lo largo de cuatro décadas de intenso trabajo, Benito Díaz ha ido dejando una huella indeleble en el municipio, tal y como se puede apreciar, por ejemplo, en la denominada "isla de la cultura" que integran el Auditorio, la Casa de la Música y la Casa de Cultura de la Pola. Se trata de tres equipamientos dignos de cualquier gran urbe europea que, gracias al técnico municipal, se levantaron con un presupuesto considerablemente más bajo que si se hubiesen encargado a un estudio ajeno al Consistorio.

"Tuvimos la suerte de que los sucesivos alcaldes nos dejaran trabajar y desarrollar proyectos que creo que hicimos bien", señala Díaz, para quien su primera gran obra, el nuevo Mercado Nacional de Ganado de la Pola, inaugurado en 1992 con un estilo que recuerda al de Ildefonso Sánchez del Río, fue una de las más especiales. A ella se suman la reforma de la plaza de Les Campes, la restauración del palacio del Marqués de Santa Cruz, la Casa de Cultura de El Berrón y la Casa de Cultura, polideportivo y piscina climatizada de Lugones, así como el parque de la Manzana Central y el centro polivalente de la misma localidad junto a decenas de intervenciones más pequeñas. Y así hasta el 17 de noviembre, cuando, con la marcha de Benito Díaz, se cierre una etapa histórica del urbanismo municipal.

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