Sólo en Valdesoto se pueden dar cita una aldeana que nunca ha visitado al ginecólogo, un torpe grupo de ladrones que va a atracar la tienda del pueblo y acaba pagando la bolsa, un colectivo futurista que alerta del control de la humanidad por parte de las farmacéuticas, unos asaltantes que se hacen con el premio al Pueblo Ejemplar por la fuerza, una moderna recreación de la cabaña de Heidi, una completa recreación de la Galerna de 1961 que acabó con la vida numerosos marineros y una conductora borracha que acaba en el juzgado porque llegaba tarde a un bautizo en Negales en su vespino. Siete escenarios, siete representaciones teatrales y un aplauso unánime por parte de los miles de personas que no quisieron perderse el regreso del Desfile Provincial de Carrozas, declarado de Interés Turístico Regional y una de las fiestas con mejor humor del Principado. 

Después de dos años de parón había muchas ganas de “folixa” y los sierenses y visitantes salieron a la calle con ganas, apostados en los prados y ventanas para no perderse ripio de las desventuras de Manuela, que con 65 años estaba convencida de estar embarazada, porque “yo a sea señora Menopausia no la conozco de nada”, aseguraba muy seria delante del ginecólogo, antes de asegurar además que “yo no tengo ningún retraso que ya estaba aquí a las cinco en punto”. Fue el desternillante inicio a cargo de la peña “Los Marotos” de una sucesión de creaciones que compitieron en ingenio y picaresca, con numerosos guiños a la actualidad local y nacional. 

La Peña Les Escueles sacó a pasear una recreación de la tienda del pueblo; Heidi llegó a Valdesoto invitada por la Peña Bendición para visitar a su abuelito y a Pedro después de graduarse en Suiza y los de “El Llagarón”, que se esmeraron a fondo durante los últimos meses para dar forma a la carroza “Brainless”, una creación futurista con plataformas móviles para advertir a la humanidad del 2088 que “todo está controlado por las empresas farmacéuticas y la televisión”. En la Peña Cotiellos quisieron rendir tributo con su carroza a las víctimas de la Galerna de 1961 y la Peña El Chole hizo reír al respetable con un llamativo asalto a la caja fuerte donde se custodia el premio al Pueblo Ejemplar, mientras que la Peña El Tixil optó por la vecina que dio positivo en alcoholemia y que iba a toda pastilla en el trayecto de Valdesoto a Negales porque llegaba tarde a un bautizo. 

Las reinas de las fiestas cerraron un desfile que, con menos carrozas, contó con más público que nunca, porque la tradición manda y Valdesoto sabe hacer del humor y la habilidad de sus vecinos un sello de calidad y diversión inconfundible.