La solidaridad se teje a mano y a todo color en Siero y Noreña. Un grupo de mujeres voluntarias ha unido sus fuerzas y maña para evitar que este invierno pasen frío quienes menos posibilidades tienen. Ante la subida desorbitada de los precios de la luz y el gas, que previsiblemente hará que muchas familias ajusten al máximo su gasto energético y sus calefacciones, ellas proponen un regalo calentito y envuelto en amor: vistosas colchas elaboradas con la técnica de crochet que ayudarán a paliar las bajas temperaturas.

Es ya la segunda vez que estas vecinas de la Pola, El Berrón y Noreña se ponen manos a la obra para echar un cable. El año pasado, aprovechando que una de ellas, Mari Carmen Castro, da clases a varias alumnas que quieren aprender a tejer, pusieron en marcha una producción de mantas que acabó con el reparto de más de tres docenas a refugiados sirios y a familias atendidas por la asociación Expoacción. "Muchas de las alumnas se sumaron de forma voluntaria y pudimos hacer muchas cosas, la gente se volcó en cuanto supo del proyecto", explica Castro, quien lleva ya mucho tiempo dando forma a sus inquietudes solidarias.

Detalle de una de las mantas.

"Siempre he hecho cosas, vendía por mercados, y gracias a otra chica, Noelia Alonso, nos animamos a hacer estas mantas", explica la impulsora del plan. Para la presente campaña, el objetivo es llegar a "unas 130 colchas, que serán repartidas por Expoacción". Además, de forma particular, ellas también hacen llegar sus creaciones a "personas que sabemos que en un momento dado lo están pasando mal. Hay muchas más de lo que pensamos y, a veces, es difícil llegar a ellos porque no se atreven a pedir ayuda", añade Castro. El boca a boca es "lo que mejor funciona" para que sus mantas de lana lleguen a quienes más falta les hacen.

Ya han iniciado la campaña para este invierno y señalan que necesitan "lana, mucha lana, para poder tejer. El año pasado nos mandaron un montón, pero ya la utilizamos toda", explican Elena Rodríguez y Alicia Lagranda. No en vano, cada colcha a crochet puede llevar más de tres kilos de género, además de un trabajo ingente. "Cada cuadro del que se compone la manta a crochet lleva una hora de elaboración si tienes experiencia", indican.

Además, señalan que la labor también sirve "como terapia para muchas mujeres mayores, o gente que vive sola y tiene mucho tiempo para este tipo de cosas, les damos la vida con ello", explica Castro, antes de nombrar a alguna de sus colaboradoras más directas, como "Azucena, de El Berrón, que trabaja muchísimo, o Carmen y Ana, que también colaboran mucho con nosotras".

Montones de cuadros para ser unidos y crear una colcha.

Así pues, "todo es bienvenido", aseguran. "No hace falta que la gente teja una manta entera, hay quien nos manda cuadros de colores y nosotras los juntamos". Y si alguien quiere regalar lana, "que sabemos que hay mucha por los desvanes", pueden dejar las madejas en la tienda "Los tesoros de Ali" en la Pola, en la floristería de Laura en Noreña, en la constructora Asturnido de El Berrón y hasta en el Bar Las Palmeras de San Claudio, en Oviedo. Con lo que consigan, quieren tejer "unas dos cajas de mantas hechas con amor y mucho cariño". Son creaciones que en tienda pueden llegar a costar 150 euros y que gracias a esta iniciativa solidaria abrigarán gratuitamente los inviernos de los que no puedan calentarse.