A la hora de hablar del éxito del modelo de movilidad sostenible de Copenhague, los técnicos municipales de la capital de Dinamarca destacan que allí se pone siempre por delante las necesidades de los ciudadanos a la hora de planificar los desarrollos urbanos. Pero para ello, para haber podido establecer un sistema que favorezca la creación de espacios más amplios para el disfrute de la gente, con menos tráfico y con mayor calidad ambiental gracias al uso de la bicicleta como principal medio de transporte interurbano para acudir a trabajar, debe existir la infraestructura necesaria que lo haga posible. Aunque la ventaja es enorme ­­–el primer carril bici de la capital danesa data de 1990– lo que pretende Siero es ir abriendo camino.

«Los ciudadanos son y deben ser el centro de las actuaciones políticas y, dentro de la estrategia que queremos establecer en Siero ante la nueva convocatoria de fondos europeos, las experiencias que hemos visto en la práctica nos van a ayudar mucho a definir las líneas de lo que queramos que nuestro municipio sea en el futuro, del Siero que queremos para 2030 o 2050», destacó el Alcalde a la hora de hacer balance de la visita que esta semana ha realizado a la capital de Dinamarca junto a la edil de Urbanismo Susana Madera.

Copenhague es la referencia en la que se fija Siero para desarrollar su estrategia de planificación para los grandes núcleos urbanos del concejo y tras el impulso al proyecto «Lugones en bici» ahora llega el turno para la estrategia que afectará principalmente a la Pola y a El Berrón. En la capital danesa la mayor parte de la población se desplaza ya a diario en trayectos interiores bien en bicicleta, bien en transporte urbano o bien a pie. Solo un 32 por ciento de los ciudadanos usa el coche privado.

García reflexionó sobre la necesidad de conocer también lo que se hace en otros territorios: «Para ser conscientes de que hay muchas cosas que hacemos muy bien y también para ver aquellas cuestiones que podemos y debemos de mejorar». «A veces vemos cómo en Asturias se generan debates sobre cosas que no son tan extrañas, como es implantar el uso de la bicicleta o un medio de transporte público más generalizado para ir a trabajar, al colegio o hacer la compra. No somos menos que la ciudadanía del resto del mundo, hacemos cosas muy bien, y creo que de otras podemos aprender, progresar, ver que pueden resultar positivas, del mismo modo que otras que a lo mejor creías que podían funcionar pues no es así porque no todos los territorios son iguales», explicó.

A su juicio hay aspectos «muy positivos» que sí pueden ser adaptables al municipio y «todos tenemos que esforzarnos por ese cambio de mentalidad». «Por nuestra parte, reafirmamos el compromiso con el proyecto de caminar hacia una movilidad más sostenible, en el que las personas también son el centro de las actuaciones políticas y con el convencimiento de diseñar esa nueva estrategia con apoyo de fondos europeos para definir las líneas de lo que va a ser el Siero del futuro», dijo.