Rufino Riestra, responsable durante varias décadas del Hotel Lóriga y de la popular discoteca del mismo nombre en Pola de Siero, considerado como «el gran referente» de la hostelería y hotelería sierense, falleció ayer a los 74 años. Una persona muy conocida y apreciada en el concejo, donde fundó también el restaurante La Ferrada-Casa Rufo. «Rufino tuvo toda la importancia en Siero y también mucha a nivel de Asturias», dice César Loredo, el que fuera propietario del local «Abre César», otro de los establecimientos nocturnos más emblemáticos de la localidad. Su etapa coincidió a su vez con los años de los llamados «domingos de la Pola», cuando la localidad se llenaba de jóvenes procedente de todos los puntos de Asturias y que también acudían a su discoteca, la primera que hubo en la capital del municipio.

Loredo define a Riestra como «un paisano jovial, amable, un chigrero de noche, así que cabe imaginarse la cantidad de amigos que tendría», añade. Un empresario de locales nocturnos que también fue importante en la gastronomía local tras fundar el restaurante La Ferrada-Casa Rufo. «Marcó una época, primero con el mundo de la noche y luego con otras cosas, en su restaurante se comía muy bien y era muy tranquilo», añade.

Entre las anécdotas que rememora de Rufino Riestra, Loredo destaca cómo ayudaba a los alumnos de los centros educativos de la localidad para organizar sus viajes de estudios: «Cedía el local una vez al mes de siete de la tarde a once de la noche para los que estaban organizando el viaje de estudios». De hecho, Loredo recuerda que en el suyo había que llevarse a un tutor y en su caso fue el propio Rufino Riestra el que los acompañó a Mallorca: «Se vinieron dos profesores y él, lo pasamos muy bien».

Borja Alcázar, dueño del restaurante «Abrelatas» de Pola de Siero, conoce más su faceta como restaurador que la de empresario de la noche. «Mi época no coincidió con la del Lóriga, pero La Ferrada era mi restaurante de referencia en la Pola, un local de mesa, mantel, el más emblemático de la Pola, el restaurante de verdad que teníamos aquí», asegura. La personalidad del fallecido era, explica Alcázar, «muy alegre, era afayadizu, le gustaba disfrutar con los amigos». Alguien al que define como «una muy buena persona». «Te ayudaba, te daba consejos, le gustaba colaborar con la gente joven de otras generaciones», dice.

Alcázar no trabajó junto a Rufino Riestra en ninguno de sus locales, pero sí que tuvo la ocasión de hablar mucho con él sobre los negocios de hostelería: «Siempre tuve en cuenta sus consejos y sus opiniones, y los puse en práctica». Para Alcázar fue sin duda «una de las figuras clave de la restauración de la Pola y de toda Asturias, fue un referente a nivel regional, todos sus negocios tuvieron éxito porque fue un empresario muy inteligente».

El que lo conoció más de cerca fue Juan José Domínguez, cronista oficial de Siero, de la misma generación y amigo desde la infancia del fallecido. «Fue un referente de la hostelería en la Pola, en la década de los años 60 tuvo cafeterías, un salón de bodas y un minicomplejo que lo tenía todo, pastelería y comedor incluidos», explica Domínguez. En cuanto a su etapa al frente de la discoteca del Hotel Lóriga, el cronista oficial de Siero explica que «durante muchos años sus locales fueron una referencia en la zona centro también por la discoteca. De La Felguera venía mucha gente, todo el mundo en Asturias venía».

Un local al que, destaca Domínguez, «vinieron artistas de gran nombre y eso que la sala de baile no era muy grande, pero había que venir al Lóriga», señala. Fueron«amigos de la infancia, de hecho salía con otros tres amigos a cenar todos los viernes, todavía hace un mes que cené con él». Para Domínguez, Riestra era «una persona muy abierta, muy espléndida». Un ejemplo era el momento de encargarle una cena:«Yo le decía ‘pon cualquier cosuca’ y él me decía ‘¿cómo que cualquier cosuca? ¿cuánto quieres pagar?’. Y siempre nos buscaba un precio económico», rememora.

En el Lóriga se organizaron también muchas galas, entre las que destaca Domínguez la que se celebró de la FederaciónEspañola de Piragüismo. Para él, en su vida personal, los locales que regentó su amigo fueron fundamentales:«Me casé allí, celebré las bodas de plata allí y la boda de mi hija también la organicé en elLóriga, así que se puede cualquiera hacerse una idea de lo importante que fue para mí ese local».

En cuanto a su faceta más personal, el cronista oficial de Siero lo tiene claro:«Era una persona fabulosa con todo el mundo, va a ser poco todo lo que hagamos para rememorar su trayectoria».