Tensa asamblea del Lugones: la Guardia Civil separó a dos socios

José Manuel Corvo se pone al frente de una junta gestora del club tras una tensa asamblea: "Esperamos hacerlo lo mejor posible"

Guillermo Fernández abandonando ayer la asamblea de socios del Lugones. |

Guillermo Fernández abandonando ayer la asamblea de socios del Lugones. | / Luisma Murias

A. Lorca / X. Fernández

La situación del Atlético de Lugones la definía con una frase José Manuel Corvo, que desde ayer es el presidente de la junta gestora tras la dimisión de Guillermo Fernández: "Vaya marrón me acaba de tocar". Y es que el Lugones, club de Primera RFFPA (la antigua Preferente) celebró ayer una asamblea en plena crisis institucional después de que varios padres y entrenadores pidiesen la marcha del ya expresidente, Guillermo Fernández. Este confirmó su marcha ayer por la tarde, la cual se hizo efectiva en una asamblea de socios celebrada a primera hora de la noche. La misma fue por momentos tensa. De hecho, dos socios de enzarzaron en una pelea y la Guardia Civil los separó. El asunto, no obstante, no fue a mayores. "Acabaron abrazados, si se conocen del pueblo", explicaba Corvo al final de la cita, que duró una media hora.

Los socios aceptaron la dimisión de Guillermo Fernández y posteriormente se formó una junta gestora que de momento cogerá las riendas del club hasta que se forme una nueva directiva. Se espera que haya al menos dos candidaturas, por lo que se deberán celebrar elecciones. "Lo primero que tenemos que hacer es formar una junta electoral y organizar los plazos si se presentan varias candidaturas. Si solo hubiese una, en diez días podría estar todo resuelto", explicaba Corvo, minero jubilado y con amplia experiencia en el fútbol modesto. En el Lugones fue entrenador y coordinador general. También estuvo en el Llanera y en el Condal.

"Esperamos hacerlo lo mejor posible el tiempo que tengamos que estar. De momento, todo en el club seguirá igual hasta la llegada de una nueva directiva y los jugadores de todas las categorías seguirán con sus entrenadores", recalcó el presidente de la junta gestora. Respecto a la relación con el Ayuntamiento de Siero, que esta semana extinguir el convenio, suscrito en 2017, por el que se cedían al Atlético de Lugones las instalaciones de Santa Bárbara, Corvo es optimista. "Sé que Cepi (Ángel García, alcalde de Siero) nos va a ayudar en todo lo que pueda". A Corvo le tocará ahora liderar el club, que ayer evidenció vivir tensiones en una asamblea que, pese a empezar movida, acabó en paz.

El presidente saliente, Guillermo Fernández, se fue tranquilo de la asamblea, pero contrariado por la decisión del Ayuntamiento de Siero de cortar con el club. Precisamente la decisión del Ayuntamiento de Siero de romper el convenio por el que cedían al club las instalaciones de Santa Bárbara, donde está el campo de fútbol y el polideportivo, ha sido un golpe definitivo para la actual directiva. La semana comenzó con una protesta de un grupo de padres de jugadores de la cantera del club en apoyo a una serie de entrenadores y delegados que anunciaron su decisión de dimitir si no se marchaba el presidente del club. Las razones que esgrimieron fueron la ausencia de material y un mal trato personal por parte del máximo dirigente.

La primera respuesta del Atlético de Lugones fue la de aceptar esas dimisiones y buscar nuevos entrenadores para que ocuparan los puestos de los dimisionarios, pero a continuación tuvo lugar la tensa protesta en las instalaciones de Santa Bárbara. A esa protesta se sumó el ultimátum que al día siguiente, el martes, dio el alcalde de Siero, Ángel García, en declaraciones a LA NUEVA ESPAÑA, por el que exigía al club que pagara la deuda por la tarifa eléctrica de las instalaciones que tiene con el municipio. El Alcalde se reunió ese mismo día con un grupo de padres del club para explicarles la situación, cómo era el convenio entre el club y el Ayuntamiento, y a cuánto ascendía la deuda.

Suscríbete para seguir leyendo