Los vecinos de Pumarabule exigen la entrega urgente de las viviendas de realojo: "Nadie nos da explicaciones desde marzo de 2022"

Muchos de los afectados por los hundimientos y grietas en sus casas aseguran que optarían por quedarse en ellas si se las reparasen

Los vecinos de Pumarabule, durante una protesta ante los nuevos pisos.

Los vecinos de Pumarabule, durante una protesta ante los nuevos pisos. / LNE

Las nuevas viviendas destinadas a los vecinos de Pumarabule (Carbayín) cuyos inmuebles se ven afectados desde hace más de una década por hundimientos y grietas siguen en el limbo. Los afectados aseguran que desde el pasado mes de marzo no se les ha dado explicación alguna y que, entonces, hace casi ya un año, les aseguraron que el realojo sería en breve. "Debe ser el que el breve de los políticos es de años", lamentan.

Covadonga Martínez ejerce de portavoz vecinal a la hora de transmitir las quejas de los vecinos de la barriada minera, primero asustados por la aparición de grietas que amenazan la integridad de varios edificios, y en la actualidad, "desesperados" ante la lentitud de una solución que "llega una década tarde". "Y si llega, porque estamos en una situación de silencio total, los vecinos no sabemos nada", sostiene Martínez.

Así las cosas, los afectados denuncian que siguen a la espera de saber cuándo y en qué condiciones podrán acceder a las nuevas viviendas construidas por Vipasa para realojarles por un deterioro galopante que viene dándose desde los últimos trece años en la localidad sierense. El Pleno de la Junta General del Principado aprobó en marzo del año pasado con el apoyo de todos los grupos una proposición no de ley del PP para "recuperar inmediatamente la interlocución por parte de la Consejería de Derechos Sociales con los afectados por las grietas aparecidas en las viviendas sociales de Pumarabule, a fin de aclarar de manera individualizada y teniendo en cuenta las circunstancias excepcionales de cada una de las familias las condiciones de acceso y realojo de las nuevas viviendas".

También se pedía al gobierno del Principado "que se asegure por parte de Vipasa que las nuevas viviendas no tienen ningún tipo de problema estructural, a la vista de las múltiples deficiencias que se aprecian cuando apenas hace un año que acaba de finalizar su construcción". De igual forma, la proposición reclamaba que se permita cuanto antes el acceso a las viviendas a los afectados, "a los que, a día de hoy, ni siquiera se les ha enseñado algún plano ni tampoco han tenido acceso al interior", así como que se garantizasen unas condiciones económicas flexibles y asequibles para todos ellos y que se estudie la posibilidad, dentro de la legalidad vigente, de algún tipo de compensación "por las circunstancias excepcionales y los graves perjuicios sufridos por las grietas aparecidas en las viviendas sociales de Pumarabule.

En su día, los vecinos compraron las casas al Estado o a Vipasa. Con la aparición de desperfectos deberían mudarse a los inmuebles construidos para su realojo en unos terrenos cedidos por Hunosa. Sin embargo, y después de años, con los nuevos pisos terminados y deteriorándose a su vez, no saben ni cuándo ni cómo.

Tanto el PSOE en la Junta como la consejera de Bienestar Social, Melania Álvarez, han repetido en varias ocasiones que la adjudicación está prevista "en breve" en régimen de compraventa, al contado o con pago aplazado, pero lo cierto es que aún no se sabe nada del asunto y los vecinos ya no saben qué pensar. "Mucha gente no quiere salir de sus casas, en principio pedíamos que se arreglaran los desperfectos, la idea de hacer pisos nuevos fue del Principado, y hay quien prefiere seguir en su domicilio si la situación tuviera solución", advierten.

Covadonga Martínez también denuncia que los nuevos pisos vacíos ya tienen muchos problemas. "Casualmente, ha pasado más de un año desde que se acabaron las obras, no sabemos qué pasa con las garantías, si todo es fruto de la casualidad o qué es lo que ocurre".