Se llamaba Camulo Vigano, vivió hace 2000 años, y su inscripción funeraria se ha rescatado de la pared de una cuadra de Siero

El Museo Arqueológico incorpora una lápida con el epitafio de un joven romano de 22 años enterrado en la villa romana de Paredes y donada por un ganadero de San Félix

La presentación de una pieza de la época romana, con motivo del Día Internacional de los Museos

La presentación de una pieza de la época romana, con motivo del Día Internacional de los Museos / LUISMA MURIAS

Elena Fernández-Pello

Elena Fernández-Pello

Se llamaba Camulo Vigano y tenía 22 años, los suyos lo llorarían cuando murió, tan joven, y lo entregarían tristísimos a la tierra en las proximidades de la villa romana de Paredes, en Siero. En su sepultura pusieron una losa con un epígrafe que lo ha rescatado del olvido 2.000 años después de su fallecimiento. Una inscripción que ahora se incorpora al Museo Arqueológico de Asturias.

El epígrafe de Camulo Vigano fue un descubrimiento casual. Manuel Antonio Friaíz Fernández, un vecino de San Félix, encontró la piedra grabada entre otras muchas, amontonada bajo el hórreo, y la reutilizó en uno de los muros de una cuadra. Los arqueólogos repararon en ella en 2020, durante los trabajos de revisión de los yacimientos incluidos en el inventario arqueológico del concejo de Siero, bajo la dirección de Fructuoso Díaz Álvarez. El ganadero, que desconocía por completo la historia que se escondía en ella, la entregó generosamente. “Para mí no tiene más valor que el de una piedra, es aquí donde pueden apreciarla”, comentaba esta mañana, durante la presentación en el Arqueológico.

Friaíz Fernández autorizó la extracción del fragmento de la lápida, que fue llevada a cabo por los técnicos del Museo Arqueológico de Asturias y del Servicio de Patrimonio Cultural, y formalizó la donación desinteresadamente al Arqueológico.

Lápida de Paredes, en su lugar de incrustación en el muro de una cuadra.

Lápida de Paredes, en su lugar de incrustación en el muro de una cuadra. / Sergio-Rios

El epígrafe del joven Camulo Vigano está grabado en arenisca ferruginosa, obtenida a partir del recorte de una basa o capitel, posiblemente procedente de la cercana villa de Paredes. La inmediatez a la necrópolis tardorromana del mismo nombre, vinculada con la misma villa y datada entre los siglos IV y V después de Cristo, ha llevado a los investigadores a relacionarlo con ella, tanto en términos espaciales como temporales.

Cuando repararon en la piedra, los arqueólogos trabajaban en una prospección sobre el terreno para actualizar los datos sobre el parcelario, recabar nuevas informaciones y obtener imágenes actualizadas de los espacios arqueológicos en estudio.

Manuel Antonio Fraiz, a la izquierda, ante la lápida de Camulo Vigano, junto a María Antonia Pedregal, Alberto Pajares, Susana Madera y Pablo León.

Manuel Antonio Fraiz, a la izquierda, ante la lápida de Camulo Vigano, junto a María Antonia Pedregal, Alberto Pajares, Susana Madera y Pablo León. / LUISMA MURIAS

Hoy, al mediodía, la directora del Arqueológico, María Antonia Pedregal, presentó la nueva pieza del Museo, cuya ubicación en la exposición permanente aún está en estudio, aunque avanzó que lo más probable es que se muestre en una de las dos vitrinas en las que se expone parte del ajuar hallado en Paredes, en el claustro alto.

Pedregal reconoció la generosidad del donante de un objeto que “nos permite recuperar una parte desconocida de nuestra historia” y que “arroja luz sobre las costumbres funerarias”. “Todos nos beneficiamos de la donación”, subrayó, y en ese mismo sentido se pronunció la consejera de Cultura, Berta Piñán, que agradeció la “actitud arrogante” de Friaíz Fernández al facilitar su estudio.

Esta tarde, a partir de las 19.00 horas, César García de Castro, arqueólogo del Museo Arqueológico de Asturias, y Sergio Ríos González, arqueólogo del Servicio de Patrimonio Cultural, dedicarán una charla, abierta al público y a sus preguntas, a la inscripción funeraria del joven Camulo Vigano y su proceso de recuperación, en la que hablarán del hallazgo y la pieza con todo detalle.

La presentación del hallazgo se ha hecho coincidir con el Día de los Museos y a la trascendencia social de estas instituciones se refirió la titular regional de Cultura. “Los museos deben ser organismos vivos”, dijo, y añadió que “su vocación de mostrar y enseñar es imposible de cumplir si viven de espaldas a la ciudadanía”.  

Al acto, que tuvo lugar en el salón de actos del Museo Arqueológico, asistieron también el director general de Patrimonio, Pablo León; el primer teniente alcalde de Siero, Alberto Pajares, y la concejala Susana Madera.

Suscríbete para seguir leyendo