La iglesia de la Pola ya tiene chapitel y la estructura de madera coronará la torre oeste para culminar la primera fase de la restauración

La empresa trasladó este jueves la estructura en dos camiones para su montaje en el templo parroquial de San Pedro

Las obras de la rehabilitación de la iglesia parroquial de San Pedro de Pola de Siero avanzan con paso firme, tras un retraso de unas semanas por problemas con el secado de la madera. Finalmente, el chapitel que coronará la torre oeste del templo ya ha podido ser construido en castaño. Un par de camiones trasladaron en la mañana de este jueves las dos piezas que componen la estructura.

Por una parte, una pequeña cúpula. Por otra, la aguja que se montará sobre ella. Las labores para bajar los elementos fueron delicadas, con un camión góndola y una grúa para levantar el entramado de grandes dimensiones sin dañarlo. La operación finalizó sin contratiempos. Ahora, falta alzar el chapitel hasta lo alto de la torre, una maniobra que se llevará a cabo dentro de unos días con una grúa de grandes dimensiones. Una vez recubierto en lo alto, se dará por finalizada la primera fase de la restauración de la iglesia. Si nada falla, será a tiempo para la celebración de la misa festiva del Carmen y el Carmín. En la cúspide se colocará, además, una nueva cruz, que sustituirá a la anterior por su avanzado deterioro. 

Por otra parte, ya está en marcha la restauración de la vidriera descubierta en el antiguo baptisterio. Se trata de una pieza en estado de avanzado deterioro que en su día mostró a todo color el bautismo de Jesús a manos de San Juan, con una representación del Espíritu Santo en forma de paloma, y que ha permanecido oculta a los vecinos tras el belén parroquial, en un cuarto usado como almacén.

El maestro vidriero Javier Lozano, de Zamora, ha elaborado un informe preliminar sobre la pieza, la más dañada del conjunto parroquial, previo a su traslado a la facultad de Química de la Universidad de Salamanca, donde está siendo analizada en el laboratorio para determinar y el estado del esmalte y el cemento de la vidriera, así como para proceder a su rehabilitación. La idea es colocarle vidrios irrompibles de protección, puesto que irá colocada a media altura en su emplazamiento original. Los trabajos durarán, aproximadamente, dos meses.

Con una recaudación total de 315.000 euros, la comisión de obras necesitaba recaudar otros 60.000 euros para acabar esta fase. Recientemente, el párroco, Fermín Riaño, informaba de la recepción de una subvención de 16.875 euros de la Consejería de Cultura. La parroquia acometerá después del verano la preparación de una nueva fase de trabajos, que se centrarán en la fachada de la zona este del templo.