La Nueva España de Siero

La Nueva España de Siero

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

La cruz gótica de Vega de Poja, la joya del siglo XV que salió de Siero en 1869 y hoy custodia el Museo Arqueológico Nacional

La pieza, recuperada cuando estaba a punto de ser vendida a un extranjero, se atribuye a talleres burgaleses y la más parecida que existe se encuentra expuesta en Londres

Detalle de la cruz de Vega de Poja que se encuentra en el Museo Arqueológico Nacional. Museo Arqueológico Nacional

De la iglesia de Vega de Poja, en Siero, salió en el siglo XIX una valiosa cruz procesional gótica, de plata dorada, una pieza única, de gran belleza, que se guarda hoy entre los fondos de las antigüedades medievales del Museo Arqueológico Nacional. Su origen y su periplo hasta terminar en Madrid conforman una historia poco conocida que merece la pena rescatar y que habla del taller donde se hizo, de las similitudes que guarda con otra expuesta actualmente en Londres o de cómo se produjo su venta y se libró finalmente de caer en manos que la hubieran trasladado al extranjero o, peor, hecho desaparecer para siempre.

La cruz de Vega de Poja que hoy está en el Museo Arqueológico Nacional.

La cruz de Vega de Poja que hoy está en el Museo Arqueológico Nacional. Museo Arqueológico Nacional

El relato sobre las características de esta obra de arte y su viaje de Vega de Poja a Madrid lo realiza con todo detalle María Ángela Franco Mata, del Museo Arqueológico Nacional, en una de las publicaciones que esta institución hizo ya hace años, en 1994. Cuenta que fue adquirida en Oviedo «por los señores J. de la Rada y J. de Malibrán, durante su Comisión por Asturias en 1869, a un comerciante, quien la había adquirido a su vez al sacerdote de la localidad». Son estas dos personas comisionados del museo, que buscaban piezas por distintos puntos de España para recuperarlas, y que dejaron escrita su peripecia en una memoria de 1871.

«Al llegar a San Martín de Vega de Poja supimos por el cura de la iglesia que había cambiado hacía pocos días, a un comerciante de objetos de culto, de Oviedo, por otros efectos más necesarios para su iglesia, una antigua cruz parroquial, que según la explicación que de ella nos hizo, comprendimos debía ser objeto de mérito y digno de figurar en nuestro Museo. Tomamos nota del comerciante a quien había dado la cruz, y aunque alterando el itinerario que nos habíamos fijado para el viaje, volvimos apresuradamente y sin perder instante a la capital de Asturias, temerosos de que los muchos comisionados extranjeros, que disponiendo de grandes cantidades recorrían casi al mismo tiempo que nosotros aquellas montañas, en busca también de objetos antiguos, hubieran podido adquirir ya la cruz que íbamos buscando».

Sus temores, prosiguen en su relato, no eran infundados. «Llegamos a Oviedo y encontramos en efecto la cruz, que era un hermoso ejemplar esculpido en bronce (...) Pero supimos con dolor que la cruz estaba ya comprada por uno de dichos comisionados extranjeros, el cual la había dejado en casa del comerciante para volver por ella con el precio a las pocas horas. A pesar de esto, intentamos vencer la natural repugnancia de aquel a deshacer el trato que tenía formalizado y a cedérnosla. resistió. Insistimos largamente, estimulando su patriotismo; y después de muchos debates, súplicas, ruegos, cargos y cuantos medios pudo sugerirnos nuestro deseo de adquirir aquel monumento, logramos al fin vencer la resistencia de dicho comerciante, abonándole la misma cantidad que tenía ajustada la venta con el extranjero, y demás una, en verdad, bastante módica diferencia», escribieron los comisionados.

Esto aconteció en 1869. Pero el origen de la cruz viene de unos siglos atrás, tal y como explica María Ángela Franco Mata, que la data estilísticamente dentro del primer tercio del siglo XV y considera que se puede reconocer en ella el sistema de marcaje de los talleres de Burgos, que se realizaba con el sello de la ciudad hasta aproximadamente 1439. Esta advierte además de la existencia de un ejemplar semejante en el Museo Victoria y Alberto, de Londres, «de ejecución más evolucionada y catalogado a fines del citado siglo».

La cruz de Vega de Poja que está hoy en el Museo Arqueológico Nacional «es latina, de brazos rectos, interrumpidos por medallones verticales de tipo oval antes de la terminación flordelisada», según la descripción de Franco Mata.

«Aparte de la decoración vegetal a base de roleos y flores de seis pétalos, el protagonismo decorativo recae sobre la iconografía», dice la autora, que destaca que en «el anverso se dispone una Crucifixión, con Cristo crucificado, María y San Juan Evangelista, estos dos a la altura de los pies del primero, dentro de peanas circulares con crestería, sobre una barra transversal que les sirve de soporte, de indudable origen sienés». «Los ladrones no son figuras esculpidas, sino esmaltes inscritos en los óvalos antedichos. En los extremos se sitúan relieves con ángeles arrodillados con atributos de la Pasión, martillo y dos clavos, y lanza y caña, ángel de medio cuerpo y Adán saliendo del sepulcro», explica. 

Reverso de la cruz gótica de Vega de Poja.

Reverso de la cruz gótica de Vega de Poja. Museo Arqueológico Nacional

La descripción del reverso es igualmente detallada. «Está presidido por el Pantocrátor en el cuadrón y los símbolos de los evangelistas en los extremos, cada uno de ellos sosteniendo la respectiva filacteria con leyendas góticas (...) En los del horizontal se disponen los santos Esteban con la piedra en la cabeza y Lorenzo, con la parrilla, ambos bajo gablete», dice María Ángela Franco Mata sobre esta pieza de Vega de Poja, salida de la iglesia parroquial de San Martín, uno de los templos más relevantes de Siero, que conserva una hermosa portada románica.

22

Los detalles del pórtico de la iglesia de San Martín de Vega de Poja

La fecha de fundación del templo no está clara, si bien se cree que es anterior al periodo románico. En el siglo XIII fue remodelado y sufrió distintas transformaciones hasta el siglo XVIII, «cuando se ensanchó el arco de triunfo para adaptarlo a una cabecera de mayor tamaño», explica la información municipal sobre la iglesia.

Compartir el artículo

stats