Luelmo, cuatro décadas en Siero: vida y obra del artista del bronce del taller de Areñes

Es autor del Monumento al Ferroviario de El Berrón, La Chacinera de Noreña o el busto de Alfredo García Riestra, "Fredi" en la Pola, entre otras muchas repartidas por Asturias

Juan Luis Iglesias Luelmo, en su taller de Areñes, con uno de dibujos.

Juan Luis Iglesias Luelmo, en su taller de Areñes, con uno de dibujos. / L.R.

Lucía Rodríguez

Areñes (Siero)

De niño, sus juguetes favoritos eran los lápices de colores y una libreta repleta de hojas en blanco donde poder pintar. Nacido en La Felguera, Juan Luis Iglesias Luelmo convierte sus bocetos en auténticas obras de arte de bronce fundido desde su taller de Areñes, en Siero. Cerca de Carbayín Alto, en las proximidades del cementerio parroquial de La Plana, y por un sendero al que solo se puede acceder caminando, se encuentra la casa que en su día compró con su mujer y "donde pasábamos los fines de semana con la familia", explica el escultor. Sin embargo, quiso el destino que, "por cuestiones de urbanismo, el lugar donde trabajaba en mi localidad natal, tuviera que cerrar y adapté mi trabajo a esta casa, a donde vengo a diario a tallar mis esculturas".

En un principio, "la idea era que nos viniéramos a vivir aquí, pero por una cosa o por otra, la cosa se fue alargando y, de momento, seguimos viniendo todos los días a trabajar en el taller, tanto mi mujer, que colabora conmigo, como yo, esto es nuestra vida", subraya.

Su relación con Siero se inició hace ya más de 40 años, aunque la trayectoria de Iglesias Luelmo comenzó mucho antes, cuando era solo un chaval. "Mi padre era tallista y tenía un taller, ya de bien pequeño a mí me gustaba mucho dibujar y modelar", recuerda. Y así pasaba las tardes, en el estudio de su padre. La suerte de nacer en La Felguera hizo que, tanto él como su padre, estuvieran muy relacionados con las fundiciones. "Así que según fui creciendo, iba pasando mis obras a piezas fundidas".

Después de tantos años, su obra en Asturias es muy extensa. En el concejo de Siero una de las más conocidas es el Monumento al Ferroviario, ubicada en la plaza del mismo nombre, en El Berrón, e inaugurada en febrero de 2006. Se trata de un trabajador con todos los elementos característicos de su oficio, una placa de estación en la mano, una rueda de ferrocarril y un tramo de raíl. Y es que la talla no pretende ser más que "un homenaje a la profesión que sirva, además, para resaltar la influencia sector ferroviario en el desarrollo de la localidad". Tanto es así que, en el pedestal, puede leerse la siguiente inscripción "La Sociedad de Festejos de San Martín de La Carrera y el Ayuntamiento de Siero, en homenaje al ferrocarril y los ferroviarios".

Entre otros ejemplos de las grandes piezas de Juan Luis Iglesias Luelmo, está el monumento a Les Carroces de Valdesoto, "Memoria de los recuerdos", inaugurada en 2012. La idea del monumento surgió dos años antes de la inauguración, promovida por la Comisión de Festejos a partir de una sugerencia de Avelino Cabeza, responsable de relaciones institucionales de la sociedad por aquel entonces. Así, el escultor concibió una obra de cuatro metros de altura formada por cinco dólmenes que podrían significar "manos creadoras, llamas de ingenio, desfiles de alegrías, leyendas y sentimientos que hacen de este valle de pueblos, un Valdesoto inmortal".

El parque de Alfonso X, en Pola de Siero, acoge el busto de Alfredo García Riestra, "Fredy". Y Noreña es, junto con las Cuencas, uno de los lugares que cuenta con más obras del artista. Su primer trabajo en la villa se remonta al año 1995 y se encuentra en la entrada del Centro de Salud de la villa en recuerdo al médico don Luis Alonso Peña Rubio. Pero también es fruto de las manos del escultor el Monumento al Gochu, inaugurado en el año 2001, la placa que recuerda al exalcalde noreñense, Aurelio Quirós, ubicada en la calle a la que da nombre, el homenaje a los zapateros, en la Plaza de la Nozalera, o la placa en la que se señaliza el paso del Camino de Santiago por el concejo, cuya ubicación está en el parque de la Playina. También la placa que se encuentra en el vetusto olivo donado a Noreña en la zona del Fontán.

Completa la obra de Luelmo en la Villa Condal el monumento a la Chacinera, de 2018. A tamaño natural, con una altura de 1,70 metros, la estatua "representa a una mujer joven, ataviada con su mandil, pañuelo en el cuello para protegerse del cáñamo y el gorro", explicó.

Además, son muchos los años que lleva colaborando con la Orden del Sabadiego. Luelmo es el creador de la chacinera que los cofrades entregan, anualmente, con el Premio Nacional de Periodismo coincidiendo con la celebración de San Marcos.

Y es que otra de las cosas que más éxito tiene entre sus obras, son los atributos para los premios. "Hago muchos para certámenes de coros y danzas, los de centros asturianos de toda España, como por ejemplo, el de Extremadura o el de Sevilla que tiene mucho aprecio a la placa de sus galardones 'La Giralda y la Encina'; o los premios del Teatro Costumbrista de Candás".

La Muyerina (Grado), el General Riego en Tuña (Tineo), el aeronauta Julián Duro en Gijón -"que era el nieto de Pedro Duro, fundador de Duro Felguera", explica- o la escultura de David Villa en La Felguera, son algunas de sus obras más reconocidas. Pero aquella de la que se siente más orgulloso es de "las antepuertas de la Ascensión, en la Iglesia felguerina de San Pedro", asegura. Estas están hechas de latón, "ya que si las hubiera realizado en bronce, pesarían una barbaridad". Destaca su azul cobalto y el dorado, colores que en los años ochenta fueron utilizados en el interior del templo por los pintores langreanos Rico, Lafuente y Calderón. "Esto precisamente, generó una gran polémica en su momento, porque muchas personas decían que rompía con la estética del templo", recuerda.

Actualmente, se encuentra trabajando en el proyecto futbolístico de los "Guajes" de Pando, y en "una obra pendiente de terminar", de la que no quiere dar mucho detalle. "Siempre tengo mucho que hacer", destaca. Y es que, además de sus esculturas, placas y trofeos, también colabora con numerosos Ayuntamientos asturianos. Uno de ellos es el de Siero y ayer recibió la visita del alcalde, Ángel García, y del concejal de Deportes, Jesús Abad. "Uno se queda sorprendido de ver aquí esta maravilla. Un taller de los que ya no te encuentras", concluyeron ambos responsables municipales.

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