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La lluvia estropea la cosecha de fabes de Argüelles: "Va a ser la peor de los últimos años"

La recolección se retrasa a causa de la humedad, que ha ocasionado manchas por hongos en las legumbres y hasta una plaga de gusanos

Manuel Álvarez, en una de sus fincas de fabes en Argüelles (Siero). | L. P.

Manuel Álvarez, en una de sus fincas de fabes en Argüelles (Siero). | L. P.

Luján Palacios

Luján Palacios

Argüelles (Siero)

"Mala". La cosecha de la prestigiosa faba de Argüelles (Siero) será la más escasa de los últimos años, y eso si aún se logra que las legumbres puedan ser recolectadas. Los productores de la gran zona de cultivo del concejo y una de las más importantes de Asturias, señalan que esta temporada han sido víctimas de un clima "demasiado húmedo", que hace que muchas tierras aún estén llenas de fabas verdes, sin madurar y, por lo tanto, sin poder ser recogidas.

Detalle de una vaina de fabes completamente verde. | L. P.

Detalle de una vaina de fabes completamente verde. | L. P.

"Vino una primavera muy lluviosa y después no ha mejorado el tiempo, con lo que nos hemos visto ante muchos problemas", explica Manuel Álvarez, productor y portavoz de los integrantes de la Sociedad Civil San Martín de Argüelles. Este colectivo agrupa a los cultivadores de la parroquia y se encarga de organizar anualmente, en torno al mes de febrero, un festival que ha llegado a alcanzar gran prestigio. Pero esta temporada el certamen aún está en el aire ante una cosecha que se va retrasando cada vez más y resulta incierta.

"Normalmente, cuando el tiempo viene seco, empezamos a recoger a finales de septiembre, y durante todo octubre se completaría la cosecha. Pero este año está toda la faba verde y calculamos que hasta dentro de un mes, entrado ya noviembre, no podremos hacerlo", explica Álvarez. Y eso, contando con que el tiempo mejore. "Si sigue lloviendo con esta humedad, no sabemos lo que podremos salvar", señala.

De hecho, en muchas plantaciones de esta parte de Siero las fabas han empezado a mancharse, por efecto de los hongos, y este año se ha registrado la aparición de una nueva plaga de gusanos que se comen las legumbres en la vaina, ocasionando pequeños agujeros en la faba y dejando diezmada la producción.

Con todo ello, en Argüelles calculan que la productividad por hectárea sembrada no llegue este año a los mil kilos de fabes, cuando lo normal en otras temporadas es llegar a los 1.500 o incluso 2.000 kilos en un buen otoño. "Es un poco desesperante", sostiene el productor sierense, consciente de las dificultades de los agricultores para sacar adelante sus producciones. "El año pasado fue la sequía, casi no hubo fabes por la falta de agua. Este año llovió en primavera y cargaron bien, con 4 o 5 fabes por vaina, pero ahora no maduran por la lluvia constante y la falta de sol. Nunca sabemos qué va a pasar y así es muy difícil que gente joven se decida a dedicarse a esto", reflexiona Álvarez.

De hecho, en Siero cada vez quedan menos personas dedicadas a la producción de fabes para la venta. "En Argüelles llegamos a ser una veintena, y ahora sólo quedamos cuatro", explica Manuel Álvarez. Muchos productores se van jubilando y nadie toma el relevo en un sector que "da mucho que hacer". "Es estar siempre encima de la tierra y luego, si el tiempo viene mal, para sacar muy poco provecho", añade Álvarez.

En su caso, ha optado por la diversificación. Empezaron vendiendo fabada ya cocinada en un recipiente que imita una pequeña pota, con una cuidada presentación y que está haciendo furor en las tiendas gourmet en las que se distribuye, porque "a los turistas les encanta como regalo para llevar de Asturias". Ahora, además, han empezado a cocinar y vender la versión en pote asturiano. "Hay que buscarse la vida", resume Manuel Álvarez, al frente de este negocio familiar en que "todo lo hacemos nosotros, y con apenas ayudas públicas". Todo ello para mantener el legado de los antepasados que llenaban las tierras de Argüelles de fabes, con un ojo siempre puesto en el cielo y con la certeza de que "este año habrá poco".

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