La esperanza de una vida mejor
Ibrahim y otros 27 jóvenes de Mali sueñan con un futuro en Siero: "Quiero trabajar aquí y ganar mucho dinero para ayudar a la familia"
Una treintena de chavales africanos residen desde diciembre de forma temporal en El Berrón a la espera de ser reconocidos como asilados

Ibrahim Dianka (a la izquierda) y Modou Mbare, ayer, en El Berrón. | L. P.

Ibrahim Dianka tiene un sueño: poder vivir en paz lejos de las guerras que azotan su país, Mali, y "ganar mucho dinero para ayudar a la familia". Con esa aspiración reside estos días de forma temporal en un hotel de El Berrón a la espera de que se resuelva su solicitud de asilo, junto a otros 27 compatriotas. Un grupo de chavales jóvenes, en la veintena, que reconocen estar "muy a gusto" en Siero, donde los vecinos "nos tratan muy bien, estamos contentos".
Los chicos (llegaron a ser 35) recalaron en el concejo el pasado mes de diciembre de la mano de la organización madrileña "Provivivienda", que gestiona las plazas del sistema de acogida estatal para solicitantes de asilo. Llevan poco tiempo trabajando en Asturias, y además de en Siero, prestan apoyo a otro pequeño grupo de migrantes en un hotel de Oviedo. La solución "es temporal", recalcan, porque el objetivo final es que estos jóvenes obtengan la condición de asilados y puedan vivir en pisos de alquiler. Seis de los que estaban en El Berrón ya lo han conseguido, y "la intención es que no estén en hoteles más de tres meses", explica Damaris Barajas, directora de planificación estratégica de "Provivienda".
El grupo de chicos de Mali que estos días conviven con los vecinos de El Berrón han pasado ya por otras localidades: Almería , Madrid y Monforte, en Galicia, desde donde llegaron a Siero. Este es su último destino, y la idea es que pronto tengan vivienda en Oviedo o un radio de media hora de viaje en transporte público. Y, "obviamente, el plan es que puedan trabajar y vivir de forma autónoma", sostienen sus acompañantes de "Provivienda".
Es lo que sueñan todos, como Ibrahim, que dejó atrás a sus padres, una hermana y tres hermanos. De sus 25 años de vida, no guarda apenas recuerdos de tiempos de paz. "Allí es muy difícil vivir, hay guerra cada poco y mucho terrorismo", explica con su castellano recién aprendido en "unos cursos a los que fuimos en Monforte".
Durante diez años estudió en una escuela de su país, y se formó para el oficio de joyero. "Allí trabajaba y hacía cosas muy bonitas", explica mientras muestra orgulloso fotografías en su teléfono móvil de pulseras, collares y coloridos pendientes. Pero la inestabilidad de su patria le hizo dar el salto y dejar todo atrás. "Primero llegué a Mauritania después de tres días de viajes desde Mali", indica. Allí trabajó "para un hombre que no me pagó", y se enteró de que se estaba preparando un viaje en patera a España. "Pregunté si podía ir con ellos y me dijeron que sí", dice. "Tuve suerte y no tuve que pagar nada", asegura. Tras "siete días de viaje" por el mar junto a "mucha gente, unas 140 personas", lograron llegar a Tenerife, donde estuvo nueve días en un centro de acogida para iniciar un periplo que dura ya un año en España, y que lo ha traído hasta El Berrón.
Aquí aspira a conseguir un empleo "de lo que sea", porque como sus compatriotas, espera poder enviar dinero a sus padres y hermanos "para que tengan una vida mejor". Y aunque los eche de menos, "ahora mismo no quiero volver, es peligroso".
Algunos ya han resuelto su solicitud de asilo, y otros van encontrando trabajo poco a poco. Como su amigo Modivu, que quería contar su experiencia pero tuvo que irse a trabajar a una huerta, también en Siero, en la que ha conseguido un hueco para empezar a soñar. Dos empresas sierenses de la construcción les han ofrecido una visita hoy mismo para conocerse y, si se dan las condiciones favorables, poder formarlos y emplearlos en el sector. "Ojalá", señala Ibrahim Dianka con su perenne sonrisa.
Otros como su compañero Modou Mbare, también alojado en El Berrón, matan el tiempo jugando al fútbol con sus colegas malienses, a la espera de una oportunidad laboral. Los vecinos a los que han conocido los han acogido "muy bien", aseguran, aunque hay otros que no se han enterado aún de su presencia. "Estamos muy contentos aquí, Asturias nos gusta", recalcan. Y esperan que sea para siempre, y "con trabajo".
- Un camión queda encajado bajo un puente en la 'Y' y tarda más de una hora en sobrepasarlo por el carril izquierdo
- Un accidente múltiple en la AS-381 entre Siero y Llanera deja tres heridos y obliga a cortar la carretera durante casi dos horas
- Casa Fran, el auge del llagar de Lugones fundado en 1918 y que es hoy un referente: 'Las instalaciones ya se nos quedan pequeñas
- Siero extiende la senda del Nora: este es el nuevo tramo de 2,7 kilómetros que se pondrá en servicio
- Podemos denuncia las 'contradicciones' del gobierno de Siero: 'Crean aparcamientos disuasorios para cobrar por ellos
- Cambios en la zona azul de Siero: los parkings disuasorios de la Pola y Lugones y los alrededores del centro de salud de la capital pasarán a tener ORA
- Siero paga 31.500 euros a la adjudicataria por anular el contrato de revisión del Plan General
- Penas de prisión (suspendidas) por la muerte de un trabajador en una planta agropecuaria de Paredes