"Bonnie", el labrador ayudante de peluquería, que evita estrés a los niños con autismo

La Asociación Trufa Negra, dedicada a la Intervención Asistida por Perros, trabaja en Lugones en esta iniciativa pionera

El pequeño, con Hortensia Vidal y «Bonnie», antes de comenzar el corte de pelo.

El pequeño, con Hortensia Vidal y «Bonnie», antes de comenzar el corte de pelo. / L. R.

Lucía Rodríguez

Lugones (Siero)

Xuan tiene 9 años y es autista. Aunque el pequeño es "bastante autónomo", tal y como explica su madre, Anne Marie Pérez, hay determinadas experiencias que, por su condición, "le causan mucho estrés". Por eso, acudió a cortarse el pelo acompañado por alguien muy especial. Se trata de "Bonnie", un perro labradror de dos años y medio que le ha ayudado a que la experiencia en la peluquería sea menos traumática.

El proyecto, pionero en Asturias, es el resultado de un convenio de colaboración entre la Asociación Trufa Negra, dedicada a la Intervención Asistida por Perros, en alianza con la Peluquería Valdés, de Lugones (Siero). La adiestradora de "Bonnie", Hortensia Vidal, explica que "esta iniciativa realza el papel fundamental de los animales en la ayuda para mejorar la calidad de vida en personas con necesidades específicas de apoyo y sus familias". Añade, además, que "con esto también conseguimos que el proceso sea más agradable para el usuario y también resulte más sencillo para el profesional".

A través de la interacción con el perro, "logramos que el estímulo positivo sea mucho más potente que el estrés que le produce estar en un contexto hostil para él, como puede ser la peluquería debido a los ruidos de las máquinas, el contacto, la música o la luz", apunta Vidal.

Esta no es la primera vez que el niño trabaja con un perro de asistencia. "Él acude al colegio de Latores, en Oviedo, y hacen alguna actividad con apoyo de animales", explica Pérez. Además, "siempre hemos tenido perros en casa, así que no es algo que le resulte del todo desconocido, ni que le asuste".

Vocación de consolidarse

No es la primera vez que la peluquería Valdés introduce este tipo de apoyo para sus clientes. Hace poco más de un año, David Álvarez, responsable del centro, introdujo el uso de pictogramas para mostrar a los menores el proceso que se va a seguir. Hace casi ocho años que el profesional abrió las puertas de su local en Lugones y, a lo largo de ese tiempo, son muchos los niños con trastorno autista que han pasado y que siguen acudiendo a su peluquería. Asegura que "cuando te proponen este tipo de iniciativas, no lo dudo un instante, porque cuando atiendes a estos niños, aunque siempre intentas hacerlo lo mejor que puedes, a veces no es suficiente", afirma.

El servicio no es puntual, sino que pretende consolidarse en el tiempo. En principio, "se fijan las sesiones los martes y jueves, de 19.00 a 20.00 horas, para todo aquel que lo demande, buscando el momento en el que no suele haber tantos clientes y se puede crear un ambiente mucho más apropiado para el usuario", concluyen.

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