Un sierense recurre el fallo que deja a su exmujer llevarse a sus hijos a Praga: el Fiscal estuvo a su favor

El hombre indica que el Juzgado le retiró la custodia alejando a los menores del lugar en el que habían vivido hasta ese momento

Mercado de Navidad de Praga.

Mercado de Navidad de Praga. / Shutterstock

Luis Ángel Vega

Luis Ángel Vega

Oviedo

Un sierense ha recurrido ante la Audiencia Provincial el fallo de un juzgado de la Pola que ha dado la custodia de sus dos hijos a su exmujer y que permite a ésta llevárselos a Praga, ciudad de la que ella es natural. La decisión fue adoptada contra el criterio de la Fiscalía, partidaria de decretar la custodia compartida.

Durante el juicio, celebrado en septiembre, el Ministerio Fiscal defendió que los menores debían permanecer con su padre en Asturias. Los niños había regresado al país en julio de 2024 tras pasar el curso escolar en Praga, como parte de un acuerdo temporal entre los padres, que establecía que los niños regresarían a completar sus estudios a España.

Según el informe fiscal, mantener la custodia con el padre era lo más conveniente hasta que la madre regularizara su situación laboral en España y se dieran las condiciones para una custodia compartida. La jueza de Siero otorgó la custodia exclusiva a la madre, obligando al traslado inmediato de los menores a Praga. "No puedo entender cómo se ha ignorado la recomendación del fiscal y la evidencia de que mis hijos tenían su residencia en España desde julio", declaró el padre.

El fallo se apoya en un documento redactado por el propio padre durante las negociaciones para tratar de lograr un divorcio amistoso. Según él, este texto era una propuesta de convenio regulador, que nunca llegó a ratificarse al derivar el proceso en un divorcio contencioso. Además, el documento condicionaba cualquier posible traslado de los niños a Praga a que la madre no pudiera consolidar una estabilidad laboral en España, algo que, según denuncia el padre, se está viendo obstaculizado por la propia madre.

"Mi exmujer ganó la plaza fija en una destacada institución pública del Principado, pero ha bloqueado intencionadamente su incorporación mediante una suspensión cautelar sin sentido, presentada después de que ya hubiera superado la prueba de aptitud como única aspirante válida. El abogado del sindicato que gestionó la suspensión ha confirmado que no la levanta porque ella no lo ha solicitado", explicó el padre.

Los niños, nacidos y criados en Asturias, regresaron a su domicilio familiar en España el 3 de julio de 2024, tras finalizar su curso escolar en Praga. Desde entonces, permanecieron bajo la custodia de su padre, totalmente integrados. "En agosto, firmamos un permiso de viaje temporal para que pasaran unos días con su madre en Praga, dejando claro que su domicilio habitual seguía siendo España. Ese documento es una prueba irrefutable de dónde estaban realmente establecidos mis hijos", añadió.

Ahora, los menores deben adaptarse a un entorno diferente, lejos de su hogar, sus amigos, su colegio y su padre. El progenitor teme que esta situación provoque un daño emocional irreparable y ya ha presentado un recurso ante la Audiencia Provincial, acompañado de una solicitud de medidas cautelares para que los niños puedan permanecer en España hasta que se resuelva el proceso.

Para el padre, la sentencia envía un mensaje preocupante: "Desincentiva la colaboración entre progenitores. Yo accedí, de buena fe, a que mis hijos pasaran un curso en Praga con su madre porque pensaba en su bienestar. Ahora, ese gesto se ha vuelto en mi contra, y me han arrebatado la custodia". Y añade: "Espero que el recurso sirva para que se haga justicia y que mis hijos puedan permanecer en el lugar que siempre ha sido su hogar".

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