Cierra la histórica Librería Naredo, donde varias generaciones de polesos compraron material escolar y se hicieron fotografías

"Gracias por vuestro cariño, confianza y por todos los momentos que hemos pasado juntos y que nos llevamos con nosotros", se despiden los responsables del emblemático negocio

La Librería Naredo, cerrada, en una imagen tomada este domingo.

La Librería Naredo, cerrada, en una imagen tomada este domingo. / P. T.

Paula Tamargo

Paula Tamargo

Pola de Siero

"Después de muchos años al pie del cañón (o en nuestro caso al pie del mostrador) ha llegado el momento de cerrar y despedirnos de nuestros clientes, proveedores y de todos los que habéis compartido con Librería Naredo un trocito de vuestra vida. Hay muchas cosas que nos gustaría decir, pero es difícil encontrar las palabras. Por eso, sobre todas las cosas, queremos daros las gracias por vuestro cariño, por vuestra confianza y por todos los momentos que hemos pasado juntos y que nos llevamos con nosotros. Nos acompañarán siempre. ¡Un fuerte abrazo a todos!".

Con este mensaje para sus clientes se despedían hace unos días los responsables de la emblemática Librería Naredo, en la Pola, ya cerrada por jubilación. Con esta clausura desaparece uno de los comercios con más solera de la capital sierense, uno de los de siempre, donde generaciones y generaciones de polesos han comprado su material escolar o regalos, además de otros artículos como los relacionados con la fotografía.

"Uno se va haciendo mayor y toca pensar en ir dejándolo", explicaba Juan Bautista Gómez, "Tista", que hablaba así hace unos meses para LA NUEVA ESPAÑA de Siero, como responsable de un establecimiento al que entró a trabajar hace más de cuatro décadas y que fundaron Joaquín Noval Naredo y su mujer Maite Fernández."Fueron años de mucho trabajo, se hicieron muchísimos reportajes de boda, de comuniones, y más recientemente de recién nacidos. En temporada alta se trabajaba muchísimo, con las campañas de inicio de curso, de Navidad... Siempre nos fue bien y no tenemos más que agradecimiento", rememoraba Gómez cuando recibió en 2022 la noticia de que les concedían el premio "Comercio de Oro" de Siero.

Con el cierre de este local la Pola se queda sin el que era un establecimiento "de los de antes", donde no faltaba nada de los sectores a los que se dedicaban: material escolar, papelería, libros de todo tipo, regalos, un estudio fotográfico de referencia... Gómez esperó unos meses para ver si alguien quería hacerse cargo del negocio, pero finalmente no ha sido así.

A comienzos de 2022 cerró también por jubilación otro emblemático negocio de la misma zona de la Pola, El Cero, en las llamadas calles comerciales de la Pola. Hace algo menos lo hizo Casa Gorín, otro de los referentes del pequeño comercio local, al fallecer la que fue durante décadas su dueña, Aurina Braga. Con los tres desaparecen negocios históricos polesos. Quedan otros con segundas generaciones al frente, caso de la Joyería Constantino Álvarez, o de larga tradición, como El Chico, por citar dos ejemplos.

La Pola mantiene, no obstante, pequeño comercio de muchos sectores y servicios, entre ellos, el de moda y calzado y cuenta con librerías como la que existe en Marqués de Canillejas. Hay iniciativas de reciente apertura, entre las que destacan las relacionadas con el sector de la salud, el deporte y el cuidado personal.

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