El párroco poleso llama a la unidad de todos, "como pedía el Papa Francisco", en una bendición de Güevos Pintos multitudinaria

"Todos somos diferentes, como la yema y la clara, pero todos somos necesarios". El párroco de Pola de Siero, Fermín Riaño, llamó a la unidad y la colaboración de todos "como pedía el Papa Francisco" en una bendición de Güevos Pintos multitudinaria, con miles de visitantes para celebrar la segunda gran fiesta de la capital sierense.

"Un martes de Pascua más sembramos las calles de arte y tradición para compartir los frutos de semanas y meses de labor en casas, colegios y locales de diferentes asociaciones polesas", recordó Riaño, en su tradicional pregón en asturiano, antes de formular un alegato por la "la vida en comunidad ", porque "no hay nadie imprescindible, pero todos y todas somos necesarios". Y porque "como en los huevos, lo más valioso no es la cáscara sino lo que protege, la clara y la yema que hacen posible que la vida siga". En un mundo marcado "por las guerras y cismas", el párroco llamó a la paz y pidió también "que sigamos acudiendo juntos a la fiesta, que nos volvamos a ver en el Carmín".

El alcalde, Ángel García, destacó por su parte el hecho de haber sacado adelante la fiesta sin Sociedad de Festejos, porque "las fiestas son para la gente, y si no hay sociedad organizadora, nosotros nos encargaremos de ello".