Funeral multitudinario en Lugones: adiós a "Manolito El Pegu", hombre "que supo amar y fue amado"

Multitudinario adiós en Lugones a Manuel Antonio Fernández Álvarez, "Manolito El Pegu", con la iglesia parroquial llena de vecinos, de familias "de siempre" de la localidad, que le profesaban afecto verdadero. Porque como dijo el párroco Joaquín Serrano se ha ido un "hombre bueno", una "persona que supo amar y fue amado". El sacerdote, que estuvo acompañado por el vicario episcopal de Oviedo-Centro-Las Cuencas, José Julio Velasco, tuvo palabras de gran reconocimiento y cariño hacia el fallecido, alguien que le apoyó cuando llegó a la parroquia de San Félix, según señaló.

"Recuerdo muy bien cómo él, con Juan Cima, me dijeron cuando llegué que aquí estaban para todo lo que yo necesitase. Me acogieron, apoyaron y ayudaron", rememoró Joaquín Serrano, que reconoció que por esa cercanía personal un nudo le atenazaba la garganta al hablar del fallecido. "Manolito El Pegu" fue uno de los más emblemáticos personajes de Lugones, especialmente conocido por la organización de las fiestas de El Carbayu y por su popular Museo de la Romería en el que trabajó durante décadas.

Fallecido este jueves a los 86 años, con él se va un pedazo de historia de Lugones y del conocimiento de sus tradiciones más antiguas. De hecho, el párroco relató que cuando tomó la iniciativa junto a algunos feligreses de que la imagen de San Félix volviese a ir a la capilla de Nuestra Señora del Buen Suceso, en 2018, "algunos decían que el cura no sabía nada". Pero ahí estaba Manolito para explicar que el sacerdote estaba mucho más informado de lo que pensaban, pues ya su abuelo le había contado de esta tradición que finalmente se recuperaría más de noventa años después de perderse.

El legado de "Manolito El Pegu" es el que deja como "hombre bueno y buen vecino, siempre dispuesto a ayudar". Como impulsor del Museo de la Romería y más aún como alma de muchas de las comisiones de las fiestas de El Carbayu, hasta 2023, año en el que decidió ceder el testigo de la organización desde la Cofradía de Nuestra Señora del Buen Suceso. Pasaba el relevo a los 85 años, después de 65 dedicándose a estas celebraciones, los últimos 30 como presidente. En reconocimiento a estos y otros méritos en favor del progreso y la promoción de la localidad, recibió en 2016 la Medalla de Oro de Siero, distinción acordada por la Corporación por unanimidad. También la hubo esta tarde de viernes lluvioso para despedirle con un enorme cariño y el respeto que expresa en ocasiones como esta el silencio. solo roto para pronunciar palabras de alabanza y oraciones por su eterno descanso.