Lugones llora a "Manolito El Pegu", alma de El Carbayu: "no pudo llegar" al centenario de la fiesta
Artífice del Museo de la Romería, fue historia viva de la localidad y recibió la Medalla de Oro del concejo por unanimidad de la Corporación

A.Domínguez

Lugones llora la muerte de Manuel Antonio Fernández Álvarez, "Manolito El Pegu", a los 86 años. Con él se va un pedazo de historia viva de la localidad, uno de los más emblemáticos personajes de Lugones, hombre polifacético, especialmente conocido por la organización de las fiestas de El Carbayu y por su popular Museo de la Romería.
Tal fue el amor de "El Pegu" por la fiesta de su barrio natal, el mismo en el que residía desde el día que nació, que no solamente organizó los fastos de El Carbayu y la Virgen del Buen Suceso durante décadas, sino que acabó plasmando la celebración a escala en un singular espacio que recrea tradiciones y costumbres locales con cientos de piezas en miniatura: el Museo de la Romería.
Él mismo relataba cómo decidió convertir una antigua cuadra de su casa en un espacio que con el tiempo acabaría siendo en uno de los lugares más populares de Lugones. "El Pegu", mote familiar heredado de generación en generación, había quedado prendado desde guaje con el montaje de los feriantes que iban llegando a El Carbayu cada verano. Con el paso del tiempo, y gracias a su habilidad como ebanista, empezó a dar forma a un pequeño universo festivo a escala a finales de la década de 1960.
Sólo un ejemplo de su dedicación: "El carrusel, por ejemplo, me llevó siete años. Lleva mucho trabajo porque no sabría decir el número de piezas que puede llevar en el mecanismo", explicaba en un reportaje con LA NUEVA ESPAÑA. Al carrusel le siguió un hórreo, la noria o el bebedero. Y así hasta llegar a una precisa y enorme reproducción de los festejos en la que no falta detalle de nada. "En el bosque hay un púlpito sobre el que el cura daba la mesa, está el lavadero que hoy ya no existe, los ocho bares... Y hasta la gramola "El Topu", que era una de las más cotizadas. Tenía tanta potencia que se escuchaba hasta en Cayés", recordaba para este periódico hace unos años, encantado de hacer de guía para cuantas personas quisieran acercarse a conocer su creación.
Fue su gran obra manual, a la que acompañaron muchas otras de enorme calado y por las que siempre será recordado. Otro de sus mayores legados, quizás el de mayor peso, es el de haber sido el presidente de la comisión de fiestas de El Carbayu hasta 2023, año en el que decidió ceder el testigo de la organización de los festejos desde la Cofradía de Nuestra Señora del Buen Suceso. Entonces tenía 85 años y llevaba 65 dedicándose a la organización de las fiestas, los últimos 30 como presidente.

«Manolito El Pegu», ante una parte de la muestra del Museo de la Romería de Lugones. / LNE
Decidió dar un paso a un lado para dejar a lo más jóvenes al frente, pero siempre seguía al pie del cañón, dispuesto a aconsejar o a echar un cable en lo que fuera preciso. Y con la casualidad, además, de que su cumpleaños coincidía siempre con la fiesta, a principios del mes de agosto. Ya no organizaba, pero los días de romería acudía al prao a disfrutar de la fiesta desde el otro lado, saludando a unos y a otros, siempre con una sonrisa en la cara.
Una persona "única"
Fue la suya una labor que ha dejado honda huella entre quienes lo conocieron a lo largo de tantos años. "Estamos muy afectados, Manolito era único" acertaba a decir Noelia Fernández, quien tomó el testigo de las celebraciones de El Carbayu cuando él se retiró. "Es insustituible, la persona más generosa que hemos conocido en todos los sentidos, siempre dispuesto a ayudar, a colaborar con todos. Jóvenes y mayores lo lloramos hoy; le encantaba sentarse con los chavales a hablarles de la vida de antes, se llevan de él muchas lecciones", apuntaba Fernández entre lágrimas.
"Ha sido una suerte conocerlo y tenerlo en nuestras vidas", aseguraba, mientras enumeraba todo lo que deja tras de sí: "Sobre todo, un ejemplo de vida, de ganas de vivir con alegría y optimismo, una persona que no puede más que causarnos admiración".
Fue Manolito "un vecino muy querido, abierto, conocidísimo, conciliador y alegre", enumeraba por su parte el párroco de Lugones, Joaquín Serrano, quien agradece especialmente "su labor para con su querida capilla de Nuestra Señora del Buen Suceso, en el seno de una familia profundamente cristiana; siempre me acogieron y ayudaron en todo". Juntos prepararon durante años las celebraciones religiosas, porque la estirpe de "los Pegos" siempre se ha hecho cargo del cuidado de la ermita.
"Nos ayudaba mucho, a nosotros y a todo el mundo; es una gran pérdida para el pueblo y le se le va a echar mucho de menos", apuntaba también Nides Berdasco, de la Cofradía del Cristo de la Piedad y la Virgen de la Soledad.
José Manuel Miranda, vocal desde hace 20 años en la Cofradía del Buen Suceso, recordaba ayer "con mucho pesar" cómo Manolito tenía especial ilusión por llegar a la celebración de los cien años de la fiesta de El Carbayu, una importante efeméride prevista para este verano y en la que su impulsor iba a tener un lugar especial, pero "no ha podido ser". "Estoy seguro que desde el cielo estará apoyando y viendo todo su desarrollo", sostiene Miranda.

Una imagen de 2023, con el diploma que le reconoció como presidente honorífico de las fiestas de El Carbayu. | LNE
Manolito El Pegu fue reconocido también en el año 2016 con la Medalla de Oro del Ayuntamiento de Siero, a propuesta del exacalde José Antonio Noval y por unanimidad de todos los grupos políticos. Fue un momento muy emotivo, en el que el homenajeado bromeaba: "Hoy soy olímpicu" señalaba con la medalla en la mano, rodeado de toda su familia.
Noval recordaba ayer tras saber de su fallecimiento cómo "El Pegu" es "un emblema de la localidad, queridísimo por todos, siempre disponible para todo, con una positividad y una alegría que es ejemplo para todos".
El alcalde de Siero, Ángel García, que le entregó la medalla en nombre de la Corporación, se sumaba ayer al duelo: "Desde el Ayuntamiento de Siero queremos expresar nuestro más sentido pésame por el fallecimiento de Manuel Antonio Fernández Álvarez, Manolito El Pegu. Su entrega, alegría y compromiso con las fiestas de El Carbayu en Lugones dejan una huella imborrable. Fue, sin duda, una de esas personas imprescindibles que, con su dedicación desinteresada, contribuyeron a mantener vivas nuestras tradiciones y a fortalecer el tejido asociativo tan necesario para poder mantener nuestras fiestas populares".
El regidor añadió que "me quedo con la satisfacción personal de haberle reconocido en vida, con la Medalla de Oro del concejo concedida en 2016, esa dedicación por su incansable labor en pro de la fiesta de El Carbayu, y particularmente por la creación y mantenimiento del Museo de la Romería. Acompañamos en el sentimiento a su familia y a todas las personas que lloran su pérdida", señaló en una nota pública.
El funeral por su eterno descanso se celebra esta tarde a las 17.00 horas en la iglesia parroquial de San Félix de Lugones. Una localidad que se ha quedado un poco huérfana, y que echará "muchísimo" de menos al "Pegu". Como asegura Noelia Fernández, "no queremos ni pensar lo que será El Carbayu ahora".
- Una glorieta con un mapamundi gigante en uno de los puntos con más tráfico de Siero: 'Provocará una reflexión sobre nuestro planeta
- La Guardia Civil pilla a un conductor a 218 kilómetros por hora en la 'Y' a la altura de Lugones (en el tramo de cuatro carriles)
- ¿Qué me enseña el profesor de religión?': esta es la respuesta de una niña de La Fresneda que ha ganado un concurso autonómico
- El caballo cotiza al alza: el sector del ganado equino reivindica su buen momento en Siero
- Una parada de sementales, en el origen del nombre de El Berrón: 'Es lo que escuchamos toda la vida
- Lugones tendrá una feria del trueque y segunda mano: estas son las fechas y el emplazamiento
- La obra de la autovía de Bobes entra en su recta final y estará para el verano
- El Carmín de la Pola se pone en marcha: Siero empieza a preparar la fiesta, que será fiel a su cita el tercer lunes de julio