Valdesoto homenajea a la vecina más joven, Carmen Arroyo, de ocho días, y a la más anciana, Adelina Corujo, de 102 años

La parroquia celebró una jornada de fiesta intergeneracional

Luján Palacios

Luján Palacios

Valdesoto (Siero)

Más de un siglo separa a la vecina más joven de Valdesoto de la de mayor edad, y la distancia generacional no es un problema para un pueblo que busca, precisamente, tender puentes entre todos los sus habitantes. Carmen Arroyo Díaz tiene ocho días de vida y es una pequeña muñeca que ayer agasajó todo Valdesoto en las II Xornaes Interxeneracionales de Ayeri a Güei, impulsada por la asociación Luzía Intergeneracional.

La cita tiene como objetivo precisamente que "todos participen de las actividades con todos", y con numerosas propuestas para recordar que la edad es sólo un número. De la semana de vida de Carmen, acompañada por sus padres Alejandro y Amparo y su hermana Martina, a las 102 velas que ya ha soplado Adelina Corujo Roces, que aunque es natural de Ciaño (Langreo) vivió desde bien joven en la parroquia sierense, donde regentó una carnicería. Ayer no pudo asistir al acto por motivos desalud, pero los vecinos le dedicaron un cálido aplauso en una sesión en la sesión.

Hubo actividades de todo tipo, desde manualidades con lana, decoración de carretillos, arte con collages de fotos, diseño y costura tradicional, juegos y talleres del proyecto "Güelifriends", que une a los niños del colegio con los usuarios de una residencia de ancianos, hasta una gran espicha final para compartir mesa y mantel. Sin olvidar la celebración de un bingo intergenracional que tuvo gran éxito entre el público.

Para demostrar que todos hacen pueblo en Valdesoto, sin contar años sino experiencias, y sumando en sabiduría.

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