Justi Fernández recibe la medalla de honor de la Virgen de la Cabeza: "Es un orgullo"

Justi Fernández no apeaba ayer la sonrisa ni la emoción. Vecina de Fonciello, jubilada tras toda una vida de trabajo en la cocina del antiguo Hospital Universitario Central de Asturias, ayer recibió un cálido homenaje en Meres, donde fue distinguida con la Medalla de la Virgen de la Cabeza. Por ella siente una profunda devoción y así lo mostró durante la misa celebrada en el santuario, sentada en primera fila y flanqueada por dos cuñadas, antes de recibir la insigina, impuesta por el párroco Manuel Alonso. "Aquí, que se vea bien que es preciosa, es un orgullo", señalaba encantada.

Nacida en Santa María de Grado, se casó en Fonciello y ya nunca se iría de la parroquia. Orgullosa abuela de su primer nieto, Manuel Candanedo, es madre de la pintora Sara Candanedo, que cada año se encarga de crear el cartel de las fiestas. Todos juntos celebraron una medalla que "le ha hecho muchísima ilusión, con lo discreta que es ella y se lo ha contado a todo el mundo", contaba su hija al final del acto.

Fue el broche de oro a una celebración multitudinaria, que desde el pasado sábado lleva reuniendo a riadas de gente y que ayer culminó con la entrega de cientos de bollos y botellas de sidra a los socios. Además, este año y desafiando a la tradición han gozado de buen tiempo, con muchísimos visitantes de Oviedo al ser día festivo en el concejo vecino. La fiesta se cerró con una descaga de fuegos artificiales llegados de Cangas del Narcea.