Argüelles celebra el 47.º aniversario de El Piñote con un fin de semana lleno de tradición y música en Siero

La parroquia de Argüelles, en el concejo de Siero, vivió este fin de semana una celebración entrañable y llena de tradición con motivo del 47.º aniversario de la Asociación Folclórica El Piñote, fundada en junio de 1978. Lo que empezó hace décadas como un pequeño grupo vinculado al folclore asturiano se ha convertido hoy en una entidad sólida y activa, capaz de reunir cada año a centenares de personas en torno a la cultura, la música y la convivencia.

Las actividades, organizadas en las antiguas escuelas de Argüelles, se extendieron durante todo el fin de semana y ofrecieron una programación para todos los públicos. El sábado por la tarde se celebró el 21.º Festival Folclórico, con un cartel internacional y variado en el que participaron el Rancho Folklórico de San Salvador de Grijó (Vila Nova de Gaia, Portugal), el grupo Coros y Danzas Sherezade (Fuensalida, Toledo) y la propia Asociación El Piñote como anfitriona. La jornada estuvo marcada por el ambiente festivo, los trajes típicos y la música en directo, que llenó de color el escenario montado junto a las escuelas, cubierto por una carpa para que la lluvia, de llegar, no estropease la cita.

Este domingo fue el turno de los más pequeños, con la celebración del 2.º Festival Folclórico Infantil Regional, en el que participaron los grupos Aires de Asturias, de Villaviciosa, la Escuela del Ventolín, de Pola de Siero, y la cantera de El Piñote. El objetivo, según explicó el presidente de la asociación, Roberto Barreiro, no es otro que fomentar la motivación y el interés de los más jóvenes desde edades tempranas. “No buscamos que lo hagan perfecto, sino que lo vivan, que pasen sus nervios, se vean sobre el escenario y compartan con otros niños una experiencia única. Así se crean lazos y, con suerte, aseguramos el relevo generacional del grupo”, apuntó.

Además de los festivales, la jornada del domingo incluyó juegos tradicionales organizados por seis concejos, una comida de convivencia con socios, excomponentes y colaboradores —para la que esperaban entre 150 y 200 comensales— y la actuación del Grupo de Teatro de Valdesoto. “Queremos que este fin de semana no sea solo una celebración, sino también un reencuentro. Volver a ver a antiguos miembros del grupo, compartir recuerdos y mantener viva la conexión con lo que fuimos y lo que somos”, añadió Barreiro.

El programa también incluyó una exposición en el interior de las escuelas, que hizo las veces de pequeño homenaje visual a la trayectoria de la asociación y las tradiciones asturianas.

Con una mezcla de tradición, emoción y alegría, El Piñote volvió a demostrar que el folclore no es cosa del pasado, sino una forma viva de hacer comunidad, compartir valores y celebrar lo que une a generaciones enteras. Un aniversario que fue mucho más que una fecha: fue una fiesta para el recuerdo.