Alejandra Mier: "Por suerte, hay menos abandonos de perros, aunque las adopciones descienden en verano"

"Hay más conciencia con las mascotas", destaca la Protectora de Animales del Principado, con sede en Siero y con 34 perros, 5 gatos y una coneja a la espera de familia

Alejandra Mier, con «Uruna», en la sede sierense de la protectora. | L. R.

Alejandra Mier, con «Uruna», en la sede sierense de la protectora. | L. R.

Lucía Rodríguez

Les Folgueres (Siero)

"Uruna" es una mastina de ocho años que acaba de ser operada de un tumor en la mama y tendrá que volver a pasar por quirófano a causa de un "ojo de cereza", una afección que hace que una glándula del tercer párpado, responsable de la producción de lágrimas, sobresalga hacia la superficie del ojo. Ella, junto a otros 33 perros más, es uno de los animales que se encuentran en adopción en la Fundación Protectora de Animales del Principado, con sede en Les Folgueres, en Siero. "Por su tamaño y su edad, sabemos que su adopción será más complicada que la de otros perros más jóvenes y más pequeños", explica Alejandra Mier, coordinadora del refugio, hablando de la situación de los ejemplares que tienen acogidos.

Según Mier, "antiguamente, el verano era la época donde más abandonos había, porque mucha gente se iba de vacaciones, había menos concienciación y más perros sin microchip". Sin embargo, "al contrario de lo que la mayoría piensa", los datos han mejorado. "Por suerte, muchas personas ahora consideran al can un miembro más de su familia, con lo que los abandonos ya no son estacionales y se producen muchos menos", explica.

Cambios de rutina

La entrada de perros es "uniforme" a lo largo del año y no se aprecian repuntes relevantes en verano, como hace décadas. Sin embargo, "sí que se reduce el número de adopciones en esta época, porque la gente sale de su rutina habitual con la llegada del buen tiempo", señala.

La mayoría de los perros que se encuentran ahora en la fundación "son entregados por sus propios dueños, ya no se producen tantos abandonos en la vía pública, y hay varios motivos por los que el propietario se ve obligado a ceder a su mascota". Entre ellos, el que más abunda, es el tema laboral.

"Hoy en día, los horarios de trabajo son prácticamente incompatibles con la vida, la gente no puede conciliar con sus hijos, cuanto menos con un animal y, si una persona cambia de ocupación o le modifican las condiciones, puede que se vea incapaz de atenderlo como necesita". A esta causa hay que sumarle también problemas graves de salud o económicos, entre otros.

"No hay que regalar sin que toda la familia esté de acuerdo"

También incide Mier en que no es recomendable regalar animales sin haber consultado: "No puedes sorprender a alguien regalándole un animal. Primero, porque puede no querer o no poder tenerlo".

Además de los 34 canes que la fundación tiene en adopción, entre sus "inquilinos" figuran también cinco gatos y "una coneja que apareció en Oviedo en un garaje". Para adoptar, no solo hay que querer, sino poder realmente. A partir de ahí, "nosotros lo que hacemos es un cuestionario pre adopción, para saber qué animal de todos los que tenemos puede encajar con la persona o con la unidad familiar, teniendo en cuenta ciertos aspectos".

Entre lo que se valora está el número de miembros, si hay niños o personas mayores, si hay otros animales en casa o el ritmo de vida. Por eso, "no hay un requisito estándar ni tampoco respuestas correctas o incorrectas". Aunque sí hay algo imprescindible: "Que todos los que convivan en casa estén de acuerdo. Debe haber consenso", concluye.

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