El Carmín reconoce a sus veteranos, nacidos entre 1934 y 1936, en la cita anual de los pensionistas de la Pola

Homenaje a los socios de más edad en la tradicional fiesta con comida y baile

Lucía Rodríguez

Pruvia (Llanera)

Daniel González Estrada es el socio número 1.193 del Hogar del Pensionista El Carmín, de Pola de Siero, y ayer fue uno de los homenajeados por el colectivo, que celebró su tradicional fiesta del socio en el restaurante La Campana de Pruvia (Llanera), con un emotivo reconocimiento a sus miembros de más edad.

Nacido en el año 1936 en Sariego, toda su vida trabajó en la mina de La Collada y atendiendo al ganado que tenían en casa, explica él mismo. Tiene cuatro hijos, un varón y tres mujeres, una de las cuales ya falleció. Además, tiene siete nietos y otros tantos bisnietos. "Tengo una familia muy grande que para mí es muy importante", destacó el homenajeado.

Hace unos años, el parkinson tocó a su puerta y "desde la pandemia, la enfermedad se aceleró y ya no puedo hacer nada por mí mismo", cuenta sentado desde su silla de ruedas.

Emoción, cariño y respeto

No puede evitar emocionarse al recibir la demostración de cariño y respeto que representa el reconocimiento que se tributa. Tanto, que apenas puede hablar, aunque sí acierta a decir que "estoy muy contento".

González Estrada recibió su homenaje pasadas las cinco de la tarde, tras la tradicional comida de hermandad que es parte de esta cita anual de los mayores que integran el colectivo de Pola de Siero. Junto a él, otros diez socios del Hogar del Pensionista, nacidos entre 1934 y 1936, también fueron reconocidos igualmente por sus trayectorias vitales y como miembros más longevos. Se trató de Silvino Álvarez, que no pudo asistir, Ramón Vigil, José Valle, María Luisa Martínez, Marta Riestra, José María Suárez, Isidro Chamorro, Manuela Rodríguez, Margarita Fernández y Florentino Canal.

Al acto acudieron el director general de Mayores del Principado de Asturias, Enrique Nuño, el presidente de la Federación de Asociaciones de Mayores del Principado de Asturias (Fampa), Cesáreo Marqués Valle, y la concejala de Mayores, Pilar Santianes.

Los responsables institucionales fueron los encargados de dar los detalles a los homenajeados. Cada uno de ellos recibió dos diplomas, una caja de bombones, una placa conmemorativa y un reloj como obsequio y recuerdo de la especial jornada. Además, se realizó un sorteo de regalos entre los socios asistentes y, como también es tradición, se celebró un gran baile que se prolongó hasta las 21.30 horas.

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