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Tiene 3 años, pesa 500 kilos y acaba de ser proclamado subcampeón de España de sementales: así es el potro sierense "Egipto M. M."

"Siempre está dispuesto a trabajar, nunca tiene un mal gesto", dicen en la Yeguada de Santa Lucía, la propietaria del caballo, de la raza angloárabe

Lucía Rodríguez

Vega de Poja (Siero)

Tiene tres años, pesa alrededor de 500 kilos y acaba de ser proclamado, con una puntuación de 8,39, subcampeón de España en las pruebas de selección de reproductores de la Gran Semana del Angloárabe de Sevilla, celebrada el pasado fin de semana. Se llama "Egipto M.M.", aunque en su entorno lo conocen como "Anur", y es uno de los doce caballos propiedad de Alberto Riesgo, que regenta la Yeguada Santa Lucía en Vega de Poja, en Siero.

"Vino de la Yeguada Fresnedoso de San Andrés de Plasencia, de Extremadura. Ya lo habíamos comprado con un par de meses de vida, aunque no pudimos traerlo aquí hasta que cumplió los seis que fue cuando se produjo el destete", comenta Riesgo. "Anur" no llegó a Siero de casualidad. Su selección fue producto de un proceso técnico, estratégico y, a veces, incluso, emocional.

"Egipto M. M."

"Egipto M. M." / L. R.

Un caballo "muy trabajador"

Además de pura raza español y anglohispano-árabe, la yeguada posee entre sus ejemplares caballos angloárabes. En este sentido, su propietario explica que "son animales muy completos y muy versátiles, porque valen tanto para competiciones deportivas, de resistencia e, incluso, doma clásica". Además, "son muy dispuestos, muy valientes, con mucho corazón y mucha entrega". En el caso de "Anur", esto lo sabe muy bien Isaac Fernández, su jinete y preparador, quien destaca del potro su "carácter tranquilo y que siempre está dispuesto a trabajar, nunca dice que no, no hay un gesto malo por parte de él".

Por otro lado, su genética y su físico también influyeron a la hora de su selección. "Quería un caballo que tuviera bastante porcentaje de árabe y, en este caso el padre es árabe y la madre tiene algo más de un 30 por ciento en esa línea". El resultado ha sido un potro con un porcentaje de un 68,12 por ciento de árabe lo que permite "perfeccionar características como la resistencia, la velocidad, la elegancia o la docilidad de la raza".

Doble título

Es por esto que, además del título de subcampeón de España de Sementales, "Anur" también consiguió alzarse con un reconocimiento que obtienen muy pocos ejemplares. "Le han distinguido como Reproductor Calificado de la Raza, destinado a potros que destacan por su genética, funcionalidad y proyección como futuros sementales", explican.

Su éxito es fruto del trabajo conjunto de un equipo comprometido y profesional. La experiencia y dedicación de Isaac Fernández con el potro fue clave en el desarrollo físico y técnico del caballo, especialmente en la exigente prueba de salto en libertad, una de las más espectaculares del evento, donde se evalúa la calidad del salto, la técnica, el equilibrio y la disposición natural del animal. Fernández recuerda que "yo ya vi potencial en él cuando Alberto me llamó para conocerlo".

"Egipto M. M.", durante la competición

"Egipto M. M.", durante la competición / L. R.

A partir de ahí, el preparador elaboró un programa de trabajo. "Con esta edad todavía no se les puede exigir demasiado porque es muy joven", explica. Teniendo en cuenta este factor "comenzamos a realizar ejercicios para que su físico se vaya formando y, a continuación, seguimos con el tema de saltos". Siempre "entrenándolo a través del juego y sin obligarle a hacer nada que no quiera hacer o de lo que veas que no es capaz", apunta.

Uno más de la familia

Y es que tanto para Alberto Riesgo como para Isaac Fernández, así como para Sara García y Helena Ordiales, que se encargan de la parte estética de "Anur", todos sus ejemplares son como uno más de la familia. "Yo no quiero un caballo para tenerlo metido en una cuadra todo el día o para hacer negocio de ellos", apostilla Riesgo. Sus doce caballos corren a diario en libertad en una finca cercana y son tratados con respeto, cercanía y, sobre todo, "con cariño".

Para todos ellos, haber ganado este título "significa mucho como ganadería familiar y pequeña que somos". Tener un caballo de estas características y así de valorado "reconoce nuestro esfuerzo, además de ser motivo de orgullo para el sector ganadero asturiano, que continúa demostrando su excelencia, arraigo y pasión por el mundo del caballo a nivel nacional", apostilla el dueño de la Yeguada Santa Lucía.

Su futuro

"Anur" seguirá corriendo libre por los prados de Vega de Poja. Su futuro se centrará ahora en entrenarle para competir en saltos con jinete, pero, de momento y hasta que cumpla los cuatro años, seguirá esperando a que Sara García le dé una zanahoria cuando llegue a verlo a su vuelta del trabajo, a que Helena Ordiales peine su cola con mimo y dedicación, a que Alberto Riesgo le acaricie el lomo con ternura y a que Isaac Fernández juegue con él a saltar vallas sin ser consciente todavía de que "tiene un futuro prometedor".

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