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Temor e "incertidumbre" tras el cierre del Mercado de Pola de Siero por la enfermedad vacuna de la piel: "Esperemos que acierten..."

Los trabajadores del sector confían en seguir haciendo tratos entre profesionales aplicando "la normas necesarias", sin tener que llegar a una prohibición absoluta de movimientos

El mercado, vacío, en una imagen de la huelga del 2022

El mercado, vacío, en una imagen de la huelga del 2022 / Ángel González / ANGEL GONZALEZ

Luján Palacios

Luján Palacios

Pola de Siero

Dudas e incertidumbre entre los profesionales del sector ganadero. Criadores y tratantes se enfrentan en Asturias a un nuevo escollo por la extensión de la dermatosis nodular contagiosa (DNC), también conocida como enfermedad de la piel de las vacas porque provoca fiebre, bultos y manchas en la piel y los órganos internos de las reses. En Asturias no se ha detectado ningún caso (los brotes están localizados en Cataluña) pero la Consejería de Medio Rural ha decidido tomar medidas preventivas: entre ellas, la suspensión de ferias y certámenes de ganado hasta finales de este año, y el cierre del Mercado de Ganados de Pola de Siero, de los más importantes del norte de España, durante 21 días.

Una resolución que, de momento, es acogida con cautela entre los ganaderos y comercializadores porque "aún no se sabe cómo va a evolucionar la enfermedad, si estas medidas son suficientes, y si las restricciones van a ir a más", señala el ganadero Javier Cuervo. Habrá que dejar pasar el tiempo para "cuantificar pérdidas", aunque "seguro que alguna habrá", y también para ver si "el Prinicipado acaba restringiendo aún más el movimiento de animales". Porque "de momento, cumplinedo todas las normas, es psoible seguir operando entre profesionales, aplicando todas las normas precisas, porque si no estaríamos hablando de un desabastecimiento del mercado", señala Cuervo, antes de desear que "la Consejería acierte con sus decisiones, porque lo fundamental es atajar la enfermedad".

En este sentido, confía en que "esto no se convierta en un arma política; que todo se resuelva con el buen hacer de los veterinarios del Principado y que el sector salga adelante", apunta, porque "es muy importante dejar claro que la enfermedad no afecta a la carne; las vacas siguen saliendo a los mataderos y no hay riesgo para los consumidores".

En otros casos, la medida de cerrar el mercado poleso justo antes de la sesión de este jueves ha sido recibida con cierto estupor. Porque, como señala un importante operador local que prefiere mantener el anonimato, "los xatos que estaban para vender van a seguir saliendo, la gente está llamando para ir a cargar fuera del mercado, con lo que las operaciones tendrán menos garantías de limpieza y sanidad", señala. El de los jueves es un mercado quincenal, dedicado a los terneros mamones, y "pon que cada quince días se juntan mil animales, que se van a vender y van a salir de las cuadras sí o sí", pronostica este tratante. De tal manera que "lo lógico hubiera sido celebrar este mercado y luego ya cerrar, el tiempo que haga falta, porque si hay una enfermedad todos estamos interesados en que se ataje y se tomen las medidas de cierre necesarias. Pero lo que han decidido para este jueves va a tener el efecto contrario", pronostica.

En cuanto a futuras pérdidas económicas "habrá que ver qué pasa, es muy pronto para saber cómo va a evolucionar la cosa, aunque cuando pasa algo así, todos perdemos", asegura. Como él, otro operador que acude semanalmente a la Pola desde Galicia prefiere ser cauto en el tema económico. "Tiraremos con lo que haya, donde no haya restricciones", señala, a la espera de las medidas que se puedan tomar en su comunidad. "Tendremos que adaptarnos a lo que nos manden, pero desde luego con esto nadie gana; 21 días suponen casi un mes en blanco en los que no trabajas ni haces movimientos", reflexiona el profesional.

Los transportistas de ganado como el sierense Daniel García esperan que en su caso se mantenga la actividad hacia los mataderos, pero "algo se va a notar", de forma especial "en las ganaderías de leche y terneros", que dependen más de la actividad diaria.

El Ayuntamiento de Siero, por su parte, ha defendido el cierre del mercado porque se trata de una medida "que viene de la Consejería y que adoptamos, como no podía ser de otra manera", destaca el alcalde, Ángel García. "Si estiman que es necesario para impedir que se extienda la enfermedad entre el ganado, haremos lo que marquen y seguiremos las instrucciones en cada caso; estamos en una situación en la que nosotros lo que hacemos es cumplir lo que diga el Principado", resaltó el regidor. El director de recinto poleso ha declinado manifestarse al respecto.

Otros cierres

El Mercado de Ganados de Pola de Siero ya ha pasado por situaciones insólitas antes de este nuevo cierre previsto por la Consejería. El más prolongado tuvo lugar durante la pandemia del coronavirus, que obligó a cesar la actividad en el recinto de marzo a mayo del año 2020. Fue de los últimos en dejar de funcionar, y de hecho el mercado de ganado de abasto poleso fue aquel aciago mes de marzo el único que se celebró en España.

El funcionamiento se retomó con relativa normalidad casi dos meses después, en mayo del 2020, y desde entonces sólo se había visto alterado su funcionamiento por la huelga de transportes en el 2022, que dejó al recinto paralizado varias semanas por la falta de camiones, con apenas cuatro cabezas de ganado en sesiones que normalmente moverían 1.500 reses. En aquel momento se estimaron las pérdidas en más de millón y medio de euros, con una actividad comercial que entonces se vio cortada de cuajo y con una estampa muy llamativa, con los cubículos vacíos de animales y de transportistas.

Mucho antes el recinto también tuvo que hacer frente a un cierre provocado, en 2001, por la crisis de las vacas locas y la fiebre aftosa, entre los meses de marzo y mayo de ese año, aunque los ganaderos recuerdan que las reses sí que salieron con destino a los mataderos.

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