La Nueva España de Siero

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José Antonio Coppen

Bitácora de Lugones

José Antonio Coppen Fernández

Reflexiones sobre la soberbia

La arrogancia no contribuye especialmente a la felicidad, porque es insaciable

No hará falta decir que la soberbia es un valor que no suele ser muy bien visto dentro de la sociedad y, en general, por las personas. Es por ello por lo que nos disponemos a reflexionar sobre el por qué de este rechazo hacia la arrogancia. En primer lugar, la soberbia no contribuye especialmente a la felicidad, porque es insaciable. Por si esto fuera poco, no es generadora de empatía; lo que realmente genera es rechazo. Hay que añadir que la persona soberbia se siente superior y menosprecia los logros, atributos o conocimientos de los demás. Es más, se trata de un sentimiento que posee aquel que se sitúa a sí mismo por encima del resto de las personas, que es más valiosa o importante que los demás y los menosprecia; y, al propio tiempo, quiere ser admirada y respetadas por todas las grandes cosas que hecho.

Dicho de otra mantera, la soberbia es la vanidad y el orgullo llevados a su máxima altura; el soberbio o la soberbia no sólo se consideran superiores a todos, sino que no pueden admitir que haya alguien que los pueda superar, ni tan siquiera que los iguale. Mientras la vanidad se refiere a empeñarse demasiado en lo estético, la soberbia es creerse demasiado lo que no se es. Quevedo nos dejó escrito: “La soberbia nunca baja de donde sube, porque siempre cae en donde subió”.

Una persona cargada de soberbia es muy difícil que alcance la felicidad. Es cuestión indispensable para lograrla estar exentos de esta característica humana, ya que, además, no facilita la empatía de las personas. En definitiva, mientras que la vanidad se refiere a empeñarse demasiado en lo estético, la soberbia es creerse demasiado lo que no es. Simón Bolivar, nos dejó este explícito mensaje: “El que manda debe oír aunque sean las más duras verdades y, después de oírlas, debe aprovecharse de ellas para corregir los males que produzcan los errores”.

Homenaje a María Menéndez. Fue un acierto, a la par que un éxito, el acto que el último día del pasado mes tuvo lugar en el hermoso salón del Centro Cultural, en el transcurso del cual la Coral Polifónica “San Félix” le rindió homenaje a su compañera María Menéndez, enferma de ELA. Ella, en los primeros compases del concierto, permaneció de pie en el centro del grupo. Aparte, no podemos olvidar a los cuatro intervinientes que informaron con claridad meridiana sobre esta destructora enfermedad. Dada la importancia de este acto, LA NUEVA ESPAÑA publicó un amplio reportaje en la última página de la edición del día 1 de julio, firmado por el periodista y escritor Tino Pertierra.

Homenaje a Edita Reguera. Si en el 2019 fue reconocida por el Ayuntamiento de Siero como “Mujer Sierense del año”, el pasado domingo, 27 de Junio, asistimos al Teatro del Auditorio de La Pola para acompañar a Edita Reguera López, una lugonense de pro, en el homenaje que se le rindió, en el transcurso de la primera final del concurso de canción asturiana. Entre otras habilidades, se la distinguió por su importante contribución al mundo del folclore asturiano. Desde cuando su hija pequeña se incorpora al grupo “La Sidrina”, lleva más 20 años. O sea, que Edita recibió dos premios en dicho Auditorio, tantas veces como yo lo visite.

Perlas de la sabiduría. Lo que me preocupa no es que me hayas mentido, sino que, de ahora en adelante, ya no podré creer en ti. (Friedrich Nietzsche).

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