Creo que no hay que ser muy inteligente para reconocer que en la vida somos peregrinos hacia la Casa del Padre o hacia la nada, según las creencias de cada uno; que somos tan frágiles como una mosca siempre ha sido palpable y visible, y más ahora que un pesticida llamado COVID 19 nos está dejando sin aliento, sin vida. Pero esto que es tan evidente hoy se oculta, se tergiversa y es que en este desmesurado culto al ‘ yo’ todo vale y el incensario se balancea de manera continua para encontrar una justificación a nuestro alocado vivir, de manera que  envejecen los demás, mueren los demás, mientras yo creo ser uno de esos privilegiados destinado a la inmortalidad, a la eterna juventud, a la gloria, hasta que la triste realidad en forma de paso de tiempo, enfermedad o epidemia me hace pisar tierra y conocer nuestra auténtica estatura.

 Se dice que toda peregrinación tiene como objetivo recordar y reforzar nuestra condición de peregrino de la vida, darle un toque más profundo a nuestra existencia, enderezar o retocar lo que haya que retocar, encontrarse uno consigo mismo, algo tan necesario en tiempos de tanta confusión y ruido , y proseguir la ruta. Desde Alfonso II el Casto , considerado el Primer Peregrino de Santiago, hasta la actualidad han sido muchas las personas que han peregrinado a Santiago en estos doce siglos de existencia, y creo no exagerar si digo que toda persona que visita Galicia, a poco que pueda, visita a Santiago.

La vitalidad del Camino no ha sido siempre la misma y sorprende el empuje que coge en estos tiempos de increencias y nihilismo , quizás por aquello de que “si yo callo, hablarán las piedras”, y esto creo que se debe a múltiples factores que aunados pueden explicar el auge actual. Ya el peso de la historia, de la tradición- doce siglos de peregrinaciones p- , las conversaciones de café, las políticas de difusión de la Xunta en época de Xacobeo, las metas volantes de la Vuelta a España y especialmente la perspicacia y oportunidad política de Don Marcelino Oreja Aguirre, que al ser nombrado Secretario General del Consejo de Europa en su discurso de la toma de posesión, año 1984, propuso que “El Camino de Santiago” fuera declarado “Primer Itinerario Cultural Europeo” y puso en auge el llamado “Turismo cultural”. La propuesta tuvo tanto éxito que en 2004 obtuvo  el galardón de “Príncipe de Asturias de la Concordia”.

No hay duda que la Administración estuvo ágil y que la sociedad civil respondió a la llamada como se esperaba, y prueba de ella es el renacer y auge del Camino de Santiago en todas las regiones y los muchos modos nuevos de ejecución.

Todo ello se ha reflejado en la vida de nuestro Concejo que tiene en su capital, Pola, uno de los albergues más bonitos del Camino de Santiago, que , inaugurado en 2010, en sus once años de existencia ya ha hospedado a más de 13.500 personas, y desde hace unos meses en la Iglesia de San Pedro Apóstol, sita en pleno Camino, tenemos y veneramos la Imagen de Santiago Peregrino.

La mejor prueba de cuanto digo la tuvimos el pasado 27 de junio cuando nuestra Iglesia acogió a la Virgen Peregrina de Éfeso en su  peregrinación a Santiago y antes de continuar viaje hacia Oviedo. Fue acogida como se acoge a una Madre. La Iglesia llena de fieles, con mucha alegría ,mucha luz y mucho incienso, con oración y gozo, con suplicas y pesares, con lágrimas y sonrisas, con emoción y entrega. No siempre se tiene en Casa a la Madre del Cielo en la persona de Nuestra Señora Inmaculada de Éfeso. Misa, oraciones, fotos -estaba majestuosa en su Trono improvisado, acompañada de la imagen de Santiago-, noche. Al día siguiente, a las 10, partía rumbo a Oviedo. Palabras de gratitud y despedida. Sacada entre cuatro portadores, ligera, esbelta, bella y blanca, agradecida y feliz, nos daba su  bendición y protección. Ya en las afueras del templo nuevamente miradas, lágrimas, aplausos, besos. La Hermandad de los Estudiantes, en turnos de cuatro, iba portando la imagen por la calle Celleruelo arriba, destino a Oviedo. Desde las ventanas, asombrados, la seguían, mientras Ella se balanceaba feliz al paso de sus porteadores. Los coches se apartaban, cedían el paso, esperaban y es que como decía un porteador “La Madre no se aparta”, va siempre con nosotros, en las alegrías y en las penas, en la salud y en la enfermedad. Debajo de las andas se respiraba y aspiraba felicidad, protección y la seguridad que da una Madre a pesar del esfuerzo y del largo camino a realizar. Se saben en buenas manos y nunca mejor ocasión que esa jaculatoria que dice: “Madre no te merezco, pero te necesito”.

En el Libro de Visitas de San Pedro Apóstol de Pola de Siero consta que la Virgen Inmaculada de Éfeso un domingo, 27 de junio de 2021, de paso para Santiago de Compostela, pernoctó en nuestro Iglesia e infundió ánimo y alegría a todos, siendo el presbítero que la recibió, acogió y despidió don Sergio Santa Rondón.