La Nueva España de Siero

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José Antonio Noval Cueto

El Cristo de de Santa Ana y Gabriela Mistral

Que una poetisa chilena, de gran fama y fuerza expresiva, se haya hecho oír en la homilía del día grande del Cristo de Santa Ana, debe hacernos pensar a todos. No está tan solo nuestro Cristo cuando le recitan versos, y son muchos los poetas que le han cantado, cantan y cantarán,  véase Lope de Vega, Quevedo, Pemán, Unamuno ,Federico García Lorca, Gerardo Diego y otros , pero con los citados me basta para recordar la actualidad de Cristo y la perennidad de su mensaje, ya que es el mismo hoy y siempre y tiene en su mérito dar su vida por la salvación cada uno de nosotros, y aun así, no siempre  se lo reconocemos y menos, agradecemos, pero nuestro Padre sabe de que pasta estamos hechos, conoce nuestra debilidad, e insiste en su perdón y misericordia.

Este año la novena se centró en la figura de San José, ya que estamos en plena celebración del centenario josefino ,bajo el epígrafe de “Jesús, el hijo de José”, que se fue desglosando en diferentes apartados para cada día, desde “Con corazón de Padre”, “Padre amado” “Padre en la ternura” “Padre en la obediencia” “Padre en la acogida”, Padre de la valentía creativa”, “Padre trabajador”, “Padre en la sombra”, ”Levántate, toma contigo al niño y a su madre”. La Iglesia llena- los aforos limitan su capacidad-, hubo que hacer acopio de sillas, las misas cuidadas y arropadas por coro y palabra, presidida por el Santo Cristo de Santa Ana, que desde su Cruz y Trono, sito al final de la zona derecha del templo, con la cabeza caída y desfallecido, sigue la ceremonia y recibe la devoción de los fieles, que le hablan, le piden y ruegan, y todos los días la Oración Especial a sus pies. Se palpa emoción y veneración en el ambiente. Es una liturgia muy participativa y viva; las miradas trasmiten fe, devoción. Todos saben que Cristo es el camino y la puerta como bien dice San Juan.

Durante la novena hemos contado con Don Fermín y Don Sergio, de la Unidad Pastoral de Pola de Siero; con tres sacerdotes hijos de la parroquia como Don Andrés, Don Eustasio (Tito) y Don Marcos; con los sacerdotes de San Pedro de Gijón, don Javier Gómez Cuesta y Don José Antonio Álvarez  Álvarez ; con Don Luis José Fernández Candanedo, párroco de Laviana; con Don Sergio Martínez Mendaro, Rector del Seminario de Oviedo y antiguo párroco de Pola de Siero, y con Don Adolfo Mariño Gutiérrez, Abad del Real Sitio de Covadonga… Todos ellos desde el ambón, con sus notas,  nos han ayudado a comprender, ahondar y engrandecer la importante figura de San José, el abogado de los imposibles, el santo de Santa Teresa y de san Josemaría Escrivá, el padre en la sombra de Dios y modelo de esposo, carpintero , emigrante en Egipto y obediente a los designios de Dios; el padre de la valentía creativa.  Estaba todo tan bien hilado que se respondieron muchas respuestas y al concluir la novena se ha descubierto la grandeza de un santo, José, padre de Jesús, imprescindible en la vida del Señor,  del que los Evangelios dicen poco  y menos palabras suyas.

Todo ello hizo que el domingo, 26, surgiera la explosión de afectos, de sentimientos, cuando el Abad de Covadonga, después de glosar la figura de San José como padre de Dios, de Jesús, tuviera el acierto de concluir su homilía con el poema de Gabriela Mistral, Premio Nobel de Literatura del año 1945,titulado “Poema al Cristo del Calvario”, cuyos últimos versos dicen : “Y sólo pido, no pedirte nada / estar aquí, junto a tu imagen muerta, / ir aprendiendo que el dolor es sólo / la llave santa de tu santa puerta”.

Todo ello ha permitido que el Cristo de Santa Ana se haya sumado no solo a la propuesta de que Asturias sea capital mundial de la poesía, sino que además nos haya recordado la importancia que tiene la cruz, en plena eclosión hedonista, en la vida del cristiano. Estos versos llenos de creatividad y fe , que llegan de allende los mares y que nosotros hacemos nuestros, nos recuerdan que somos hijos de Dios y como tal debemos comportarnos.

Estas vivencias de fe – imprescindible oído atento- no serían posibles sin la devoción y esfuerzos que hace la directiva del Cristo de Santa Ana , cofrades y Parroquia de San Pedro Apóstol  para que Cristo de Santa Ana siga siendo uno de los pilares fundamentales  de la vida polesa.

 

“…Salve, Santísimo Cristo de Santa Ana,

que desde tu Capilla bendita de Pola de Siero,

presides nuestra vidas y sabes de nuestras penas, alegrías y necesidades…”

                                       

 

P.D    Pastor , que con tus silbos amorosos

          me despertaste del profundo sueño;

          tú, que hiciste cayado dese leño

          en que tiendes los brazos perezosos;

          vuelve los ojos a mi fe piadosos,

          pues te confieso por mi amor y dueño…

                                 (Lope de Vega)

 

 

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