Es una hipótesis. Si un estudiante se encuentra con una asignatura optativa, que no hay forma de abordarla y está agotando convocatorias, no es de extrañar que la abandone. Parece ser que la asignatura “Policía Local”, que es muy dura, se puede abandonar, disolverla, y un Ayuntamiento no prestar ese servicio. Conviene que los funcionarios mediten sobre su estatus y responsabilidad. La difícil situación del señor Alcalde fue propiciada por inadecuada gestión de los comisarios, pero también por la falta de ética de algunos funcionarios.

No es admisible que alguna persona dejase de trabajar el 35 por ciento de su jornada anual sin razones justificadas. Tampoco lo es que alguien disfrutase de “permisos” sin conocimiento de la Administración municipal. Y hay otras muchas irregularidades, horas extraordinarias poco explicables, pago de turnos de noches sin hacerse...

No extraña que una situación así ponga de los nervios a quien tiene la responsabilidad última del Ayuntamiento, pues el hacer pagos de trabajos no hechos podría afectarle legalmente. Y el ciudadano sabe que muchos policías locales son escrupulosos en el cumplimiento, pero también que alguno que le multa o recrimina por incumplimientos está totalmente desautorizado para hacerlo.

La solución está en manos de todos y las tensiones entre los sindicatos de la Policía local sólo empeorarán la situación originándose un ambiente propicio para denuncias y contenciosos . Se necesita reflexión, diálogo y... ¡Suerte!