Principio de los años setenta. Asamblea de alumnos en la facultad de Filosofía y Letras para tratar la convocatoria de una huelga. Consideré oportuno intervenir. Hablé como lo hacía con mis amigos y familiares, usando la mezcla de asturiano y castellano habitual. Los anteriores intervinientes habían utilizado el castellano correcto. Cuando acabó mi intervención, alguien atrás, grito "Puxa Asturies".

El debate por la oficialidad de la Llingua tiene connotaciones que van más allá de lo lingüístico. A nadie se le escapa que hay grupos muy interesados por razones crematísticas. No es admisible que alguien argumente que quien esté en contra de la oficialidad no ame a Asturias. Es una payasada.

No siendo yo persona autorizada en este campo sí considero que hay preocupaciones mayores en la  ciudadanía que la oficialidad o no. Y hay cosas que sólo en una lengua con gran riqueza léxica conservan todo su sentido. No acabo de ver "El Quijote" en Asturiano. Seguro que no tendría el mismo caché. Mantener nuestra riqueza expresiva e intentar transmitirla a las nuevas generaciones es deber de cualquier asturiano. Nuestra lengua tiene expresiones inigualables, como "babayu", que supera a bocazas o cualquier otra palabra relacionable en castellano.

Hace bastantes años, una persona de mi familia con una dolencia crónica fue aconsejada para que consultase con un médico homeópata. Visitó al enfermo en cama que se estremecía de dolores. ¿Qué es lo que más le duele? El enfermo contestó "los costazos" . El médico me preguntó qué zona era. Se lo expliqué. Cuando salió el médico el enfermo dijo. "Nun me fío ná de esti médicu. Un médicu que nun sabe lo que son los costazos nun pue saber muncho" Así que una cosa es saber qué son "los costazos" y otra tener un C1 en Llingua para ser médico en Asturias