A cierta edad uno se toma la libertad de decir aquello que piensa, independientemente de sea del gusto de la mayoría o no, y es que uno ya tiene el pescado vendido y a lo máximo que aspira es a contentarse a sí mismo y todo ello pasa por ser fiel a su conciencia. Cree que tiene la obligación moral de decir lo que piensa, de ser ciudadano del mundo con derechos y deberes –aunque la efebolatría dominante se los reduzca o quite- , pues cree que esas reflexiones fruto de los años vividos pueden tener alguna utilidad, ya que soy de los que cree que las cosas no surgen por sí solas, que casualidades hay pocas, si es que las hay, y que el presente viene condicionado por un pasado y prepara un futuro. Nada surge por sí mismo; sin ruedas no hay coches. Y la verdad más evidente es que -si tenemos suerte- crecemos, envejecemos y fenecemos. ¡Somos frágiles!
Escribo estas líneas el día de la festividad de Santa Eulalia de Mérida (no la de Barcelona, cuyos restos se albergan en nuestra catedral, la de San Salvador de Oviedo), un día en el que en unos grandes almacenes de Oviedo se nos invitaba de manera insistente a recuperar la ilusión y para ello sólo se necesita satisfacer nuestros deseos en sus departamentos de venta, con todo tipo de facilidades , tarjetas y aplazamientos que suavizan el gasto. ¡Ojalá fuera tan fácil recuperar la ilusión con el interruptor del dinero, aunque dice el dicho popular que las penas con dinero son más llevaderas!
Pero mucho me temo que ese bálsamo no sea suficiente para recuperar la ilusión y es que las cifras, imágenes y conductas que leemos y observamos son desalentadoras. Y ya que hablamos de cifras, empecemos por la primera y me basta como muestra, hay muchas más, pero no quiero abusar, los números lo dicen todo. Según el Instituto Nacional de Estadística el año 2020 han muerto en España más de 1.400.000 personas, lo que supone un 19% más que el año anterior. La cifra de nacimientos sobrepasa los 300.000. problema demográfico a la vista. ¿ Soluciones? ¿Emigración? ¿Mano de obra barata? .En el apartado de las imágenes, me quedo con la pletórica y feliz del Presidente Sánchez en la celebración del 43 aniversario de la Constitución Española , previo referéndum aprobatorio del pueblo español, al recordarnos que la “Constitución hay que cuidarla, lo que conlleva cumplirla de ‘pe a pa’, desde el primero al último de sus artículos…que la Constitución trajo a España derechos, libertades, concordia y convivencia…”, mientras consiente y permite que sus socios de Gobierno desprecien y conculquen diariamente sus artículos, como el 3 de la misma que dice: ”El castellano es la lengua oficial del Estado. Todos los españoles tienen el deber de conocerla y el derecho a usarla” , y a pesar de las sentencias de los tribunales aquí la ley no se cumple y si hay culpables se indultan; ejemplos de estos los tenemos a bondo en Cataluña como los peajes impagados de carreteras y otras muchas anomalías…
Pero aun así, por mucho amor que tenga el Presidente a la Constitución, no pasa nada. Les necesita a cambio de tensionar y diferenciar más a regiones y personas. En el apartado de conductas, la inmoralidad no tiene fronteras, ni siglas; afecta a todos, desde el PSOE, PP, Podemos, IU, UGT, CCOO… Y se ha dado en todas las regiones, aunque en unas más que en otras, y en todo tipo de ayuntamientos. Los métodos muy diversos y cada cual más escandaloso, mientras el necesitado mendiga su ayuda, su socorro… Y los problemas graves, serios de España sin resolver, arrinconados, como esperando su oportunidad… Las cárceles dan cuenta de ello y nos encontramos todo tipo de pelajes. ¡El que esté libre de culpa que tire la primera piedra!
Los cristianos estamos preparando la llegada del Señor y uno de los textos más recomendable es el Libro de Isaías, de gran fuerza profética, expresividad y belleza literaria, que en uno de sus pasajes nos dice: : “Regocijase el desierto y la tierra reseca, alégrese y florezca la estepa... Porque brotarán aguas en el desierto y torrentes en la estepa…”. Han pasado casi 3.000 años de esas palabras y la verdad es que los israelitas cultivan naranjas en las arenas del desierto y nosotros vemos que año tras año la desertización azota la península ibérica. Nadie hace nada y menos trasvases de agua. Miran para otro lado, pecado que siempre ha tenido muchos adeptos pero ahora más.
Ahora que tanto se habla de la Transición , yo me pregunto, ¿cuándo el pueblo español recuperará la ilusión que tuvimos entonces? ¿Qué se necesita? Entre muchas cosas, dos básicas: ejemplo y coherencia, algo que no se prodiga. La bipolaridad no conduce a nada nuevo. No hace mucho un biólogo asturiano residente en el extranjero dijo : “Asturias lo tiene todo, menos oportunidades”. ¿Por qué?...
P.D: No hace mucho, el Papa Francisco en “Fratelli Tutti”, nos decía que “cada generación ha de hacer suyas las luchas y los logros de las generaciones pasadas y llevarlas a metas más altas aún. Es el camino, El bien, como también el amor, la justicia y la solidaridad, no se alcanzan de una vez para siempre; han de ser conquitados cada día”
