La Nueva España de Siero

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José Antonio Coppen

Bitácora de Lugones

José Antonio Coppen Fernández

El Picu el Cuetu cumple ochenta años

El devenir de un edificio emblemático que fue monasterio cisterciense hasta 2006

Ya hemos escrito en alguna ocasión que el lugar privilegiado en Lugones para instalar variados tipos de negocios (hotel/restaurante, colegio, sanatorio…) es conocido como el Picu el Cuetu, en el mismo barrio de Paredes. Hay que recordar que fue un asiento de los celtas, como ya informamos en el comentario referido al origen del topónimo de Lugones. Alrededor del promontorio se construyeron, en forma de anillo, una serie de trincheras por parte del bando republicano durante la Guerra Civil de 1936-1939, trincheras que no fueron utilizadas con los fines previstos. Estas instalaciones para nosotros representan el símbolo de Lugones y por algo las hemos hecho figurar en la portada del libro “Lugones, latidos de un pueblo”.

Siempre nos resulto sorprendente que, tras la dramática contienda, una sociedad deportiva se ocupara de desarrollar un proyecto de estas característica, consistente en levantar un edificio de varias dependencias, tanto en su planta baja como en la primera, esta última con una terraza abierta al aire. Y por esta cara, una cancha en la que durante años se practicó el tiro al plato y al pichón, celebrándose importantes competiciones regionales y nacionales. Además de la actividad deportiva, la entidad cumplía funciones de carácter social, para el esparcimiento y recreo de los asociados.

Tras la celebración de los campeonatos nacionales de tiro al pichón, las crónicas de la época, como la de LA NUEVA ESPAÑA, fechada el 13 de setiembre de 1945, recogen la satisfacción de los aficionados por la armonía de estas instalaciones. Éstas comenzaron a funcionar a principios de los años cuarenta, por lo que ya han cumplido ochenta años. La sociedad encargó la obra a una constructora de Oviedo, y como no pudieron hacer frente al pago, las instalaciones pasaron a ser propiedad de la citada empresa.

Lo cierto es que estuvieron inutilizadas durante bastantes años, siendo varias las entidades interesadas en su adquisición, sin que las gestiones cristalizaran. Hasta que, en el año 1989, tras una profunda reforma de las dependencias interiores del edificio, la Orden del Císter se instala en el mismo, convirtiéndose en monasterio cisterciense, dejando de esta manera la congregación la antigua casona de La Corredoria Baja. La congregación permaneció en el Picu el Cuetu desde la fecha indicada hasta el 5 de noviembre de 2006 y, tal como estaba previsto por el Superior de la Orden, las religiosas fueron destinadas a San Domingo de la Calzada.

Y nuevamente vuelve a encontrarse sin destino desde la marcha de la Orden del Císter. O sea, hace dieciséis años. Durante bastante tiempo, hubo un gran deseo e interés de la congregación religiosa de vender las instalaciones relativas del hasta entonces monasterio cisterciense. Por fin, en el año 2015 es cuando un empresario ovetense, llamado Jorge Sandoval, se hace cargo de las mismas. Son muchas, sin duda, las posibilidades que ofrece este complejo y su entorno, pero, como es obvio, tan ambicioso proyecto requiere una fuerte inversión y un acertado planteamiento.

Habrá que esperar mejores tiempos.

Perlas de sabiduría. “La mayoría de nuestras equivocaciones en la vida nacen de que cuando debemos pensar, sentimos, y cuando debemos sentir, pensamos” (J. Churton Collins. Crítico inglés).

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