Escribo en el día de la festividad de San José. Somos muchas las personas que celebramos el santo, además de ser el de todos los padres y una manera de celebrarlo es dedicarle unas letras. Si me preguntan por qué hoy le escribo, no tengo respuesta… Dios sabrá. Quizás los angustiosos momentos que vive la Humanidad ayuden, al ver que la  estabilidad mundial  se tambalea  -se habla de la nueva geopolítica- , el éxodo de millones de familias desesperadas que deambulan sin rumbo ya no solo por África, Asía, América latina, sino por la misma Europa , el Viejo Continente, y que un día para otro pasas de tener habitación con calefacción, a dormir protegido por un árbol al borde del camino…

Y es en estas circunstancias cuando la figura de San José cobra más fuerza, que siempre la tuvo, aunque quizás algo suavizada por la leyenda, y recordamos al hombre justo, silencioso -La Sagrada Escritura es parca en palabras - , padre ejemplar, carpintero de profesión y defensor de su familia. Siempre  dispuesto a protegerla, ya cuando son perseguidos por el poderoso de la época, Herodes, ya cuando buscan la deseable seguridad y tranquilidad como emigrantes en tierras de Egipto. Desde siempre y según pasan los años la figura de San José coge más importancia y hoy somos muchas los millones de personas que respondemos al nombre de José, Josefina, Josef, Joseph, Guiseppe, Giuseppa... Y aireamos su mensaje. No hace mucho el Papa Francisco con motivo del 150 aniversario de la declaración de San José como Patrono Universal de la Iglesia y de declarar el año 2021 Año de San José, escribió un preciosa y certera Carta Apostólica ”Patris Corde”, (“Con corazón de Padre”) que ahonda más en la importancia del magisterio silencioso de San José . Si esto no fuera bastante, el Papa Pío XII en 1955 instituye la festividad de San José Obrero que se celebra el 1 de mayo o Día Mundial del Trabajo. Creo que ya va siendo hora que se conozca la importancia y trasfondo humano de la Doctrina Social de la Iglesia.

El día de San José no es día festivo en Asturias, como lo fue en otros tiempos, pero aun así, en la tarde noche del viernes 18 de marzo, vigilia de San José, la Iglesia de San Pedro Apóstol de Pola de Siero celebró majestuosamente la Eucaristía en su honor y este 19 de marzo, a las 13.00 horas, la Capilla de San José de Traspando, también homenajeó a su santo Patrón, después de un tiempo sin misa. Y así el resto de las parroquias, pues es que San José, Custodio de la Virgen y del  Niño, es el Patrono del Seminario y de los seminaristas, de los que tan necesitados estamos, pues nunca como ahora estamos tan urgidos los humanos de “palabras de vida eterna”… ¡Cuánta generosidad necesitamos para caminar por la vida…!

También en el Auditorio de Pola de Siero se ha celebrado un concierto “Pro Isla de la Palma”, organizado por el Coro Errante,  con la finalidad de recaudar fondos para los afectados de la Isla de la Palma, que vivieron y aún padecen su singular infierno desde que un 19 septiembre de 2021 entró en erupción el volcán de Cumbre Vieja y mantuvo su poder destructivo durante 85 días y ocho horas, hasta el 13 de diciembre, festividad de Santa Lucía, asolando todo cuanto encontró a su paso y dejando en la indigencia y más pura miseria a muchas familias, con un saldo de más de 1.500 viviendas destruidas y más de 7.000 personas evacuadas. Se esperaba que la sala luciese el cartel de “no hay entradas”.

Este mes de marzo no ha parado de depararnos sorpresas: Rusia bombardea Kiev, Zelenski pelea por la libertad, Ayuso se compara con Rita Barberá, la Asamblea General de Naciones Unidas condena la invasión rusa, 500 inmigrantes entran en Melilla, los carburantes marco un récord histórico, recientemente la calima y eso que, según dice Macron, "lo peor, está por llegar.”

En este mundo inestable, convulso y violento que vivimos lo único cierto y que salva vidas es la solidaridad, la caridad, la ayuda entre hermanos y esta es lo que se evidencia por ejemplo desde el Auditorio de Pola de Siero. Mi enhorabuena al “Coro Errante”, por esta humana iniciativa y mi agradecimiento a las personas que con su actuación y asistencia trasladan un rayo de esperanza a quienes tanto lo necesitan: los habitantes de la Palma.

Una vez más se demuestra con hechos, lo que es una evidencia real. Todos necesitamos de todos. No podemos cerrar los ojos y taponar los oídos ante tantas emergencias como surgen a nuestro lado. Hoy por ti, mañana por mí. Si el mundo se salva será gracias a los humanos. ¡Aprendamos la lección!¡Preocupémonos de lo humano y pongamos la técnica a nuestro servicio, no al contrario!

 P.D: Hace muchos años, en mi época de Bachiller, leí una frase que siempre me dejó sorprendido y aturdido, en boca de uno de los mayores criminales de la Historia del siglo XX que ni nombre merece, y decía: “Cuando más trato a los hombres, más quiero a los perros”. De todos nosotros depende que esto no ocurra, no se dé. ¡Qué tengamos corazón de carne, no de piedra!