La Nueva España de Siero

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José Antonio Coppen

Bitácora de Lugones

José Antonio Coppen Fernández

Puente Vieyu, símbolo pétreo de Lugones

La relevancia de la participación ciudadana en la conservación del patrimonio

La motivación de este comentario viene por la intervención de dos vecinos de la zona del Puente Vieyu que se ocuparon de adecentar su entorno. Se trata del edil Alejandro Villa y de José Antonio Martínez. A esto se le llama participación ciudadana. Hace unos días, un amigo de Viella me comentaba que varios vecinos se habían ocupado de podar una serie de árboles públicos.

Aprovechamos para recordar el valor del Puente Vieyu, símbolo pétreo de Lugones. Este edificio emblemático, que, tras muchas vueltas y escritos por nuestra parte a las autoridades competentes, fue declarado Bien de Interés Cultural (BIC), es la señal de identidad más característica de Lugones y su antigüedad se puede estimar que llega a los seiscientos años. Así se desprende del documento fechado un 27 de abril de año incierto, pero entre 1408 y 1412. En el Obispado de Oviedo, don Guillén solicita recurso a sus diocesanos “a todos lo arciprestes, capellanes clérigos e escuasadores e omes e mujeres, ya que Ferrán maestro o procurador de la ponte de Lugones… fazia la dicha ponte e que nos lo podía fazer nin acabar sin ayudas nin limosnas”. Esta solicitud era imperiosa, indudablemente, pues amenazaba con excomunión a quienes no contribuyesen.

Durante muchos años fue vía de comunicación de la ciudad de Oviedo, cabildo catedralicio y monasterio de San Vicente con las posesiones que tenían en Llanera. Sucesivas reparaciones lo mantuvieron, mal que bien, en uso. A finales del siglo XVIII, la nueva carretera Oviedo-Gijón, impulsada por Jovellanos, pasa a un segundo plano. En 1780 todavía era una vía imprescindible, aunque estaba muy deteriorado.

Fran Elías, galardonado. Si ya hemos considerado un éxito la exposición “Tejiendo historia”, éste viernes la Agrupación Folclórica La Sidrina ha contabilizado un segundo éxito en la organización y presentación del acto con motivo de la entrega del duodécimo galardón “Pueblo de Lugones” al que se hizo acreedor Fran Elías por su trayectoria como cantante, guitarrista, compositor y productor, quien lo recibió muy emocionado, junto con su familia. La emoción le jugó una mala pasada, cuando dijo que el galardón este año se lo concedieron a él porque no había otra persona que lo mereciera. Al felicitarlo, le advertí que sí, que en Lugones existen otros vecinos que merecen este galardón. Ha sido muy acertado distinguir a un protagonista de la música que durante tantos años se ha dedicado a este hermoso arte. Además de las propias lúcidas actuaciones de los componentes del grupo organizador, La Sidrina, que preside Edita Reguera con tanto entusiasmo, contó este año con la colaboración de Candelarte, la academia de danza local, participando en el acto con la actuación de varios grupos de danza de la misma. Ha sido la novedad de la edición de este año. Hubo mucho público.

Perlas de la sabiduría. El que es bueno en familia es también buen ciudadano (Sófocles).

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