Opinión | el paragües

Ininteligible

La conversación iba sobre otro asunto, de la subida de los precios. Mi amigo perseveraba en la subida vertiginosa de los precios, hacía referencias a precios del pasado, no tan reciente, y se sentía muy molesto. Le insistí en que la manera de saber el precio real de los productos era calcular cuánto producto podías comprar con tu sueldo en una época y cuánto ahora. Ejemplifiqué. En 1960 el sueldo medio estaba en 60 pesetas diarias y el litro de leche costaba 4. Así un trabajador tenía capacidad para adquirir 15 litros al día. Hoy un trabajador, con salario mínimo, podría adquirir unos 40 litros, luego se ha abaratado notablemente. Lo que sí es bestial en la subida es el tabaco. Aunque eso se perdona. En 1973, con su salario mensual, un trabajador podría comprar 3.000 paquetes de celtas cortos a duro el paquete. Hoy el tabaco cuesta a 5 euros. Así que para poder tener la misma capacidad de compra debieran ganarse 15.000 euros al mes. Y va a ser que no. Pero lo del tabaco se explica de sobra.

Mi amigo dijo: "Mira, yo no hago cálculos. En mi casa solo trabajaba mi padre que era un empleado auxiliar bancario. Tuvo tres hijos que estudiamos carrera universitaria. Compró un piso. Tenía un coche y todos los veranos teníamos unas aceptables vacaciones. Esto sólo tiene dos explicaciones, o no se paga a los trabajadores lo que se debe pagar o las cosas han disparado su precio. Ahora en una familia, con un hijo, trabajan ambos cónyuges, andan los pobres mareados, la hipoteca les amordaza y deben recurrir a los créditos cuando ocurre algo extraordinario. Yo no lo entiendo.

Le miré. Solo le contesté: "Yo tampoco".

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