Opinión

Cien años de una aventura

Vais a permitirme que no repita noticias, que busque aquellas que más me agradan, más me sensibilizan, aunque sé que cada vez es más difícil, pues a pesar de que todos sabemos que la única terapia que justifica una vida es el amor, esta asignatura cada vez tiene menos adeptos y los resultados son de sobra conocidos: abandono, soledad, angustia, desolación, muerte y eso que en toda España y otras partes del planeta celebramos o se dice celebrar el día del amor fraterno o la muerte de un Dios que se hace hombre solo para protegernos y salvarnos. Desconozco por qué nos cuesta tanto reconocer que sin amor no somos nada. ¡Qué no tengamos un corazón de piedra!

El día en que escribo, las noticias hablan de sidra y vino, de culinos y cañas y cómo no, de Argentina, nación a la que tengo un gran cariño por motivos que después os diré. El otro día, en la terraza de un conocido bar llanisco, bajo un sol agradable, mis compañeros de mesa disputaban bíblicamente de vino y de sidra. Uno decía que Noé, al desembarcar del arca, lo primero que plantó fue una vid, el otro que la manzana con su jugo cambió la historia de la humanidad y si no que se lo pregunten a Eva y a la serpiente; de la cerveza y su vinculación celta, poco se dijo. En la actualidad las tres bebidas se disputan el aprecio del público, con cierta ventaja de la cerveza, por su fácil distribución, aclimatación, precio y aprecio entre los jóvenes. De la Cola y bebidas energéticas no se comentó nada. A mí el ribera de Luis Escudero, que acompañaba la exquisita sardina ahumada, me sabía a gloria. Y con esto me quedo. Siempre concluyo con el sí me gusta o no me gusta. No entro en matices, aromas, colores y sensaciones. También va de sidra y cerveza la semana Santa gijonesa, ya con el certamen de la elección de la Primera Sidra del año, en el Recinto ferial Don Luis Adaro, en el que resultó ganador el llagar sierense La Morena (Viella), uno de los más antiguos de Siero, si no el que más,  de contrastada y dilatada experiencia. ¡Enhorabuena!... Y en la Plaza de Toros de El Bibio se ubicaba la Muestra Artesanal de Cervezas. Ambos acontecimientos tuvieron gran repercusión y apoyo. Mientras o poco después, por sus calles, a pesar del frío, procesaban La Vera Cruz, La Verónica, Jesús Nazareno…

A discípulos de Gutenberg como quien os escribe, si tuviera que reseñar un acontecimiento destacado que le sorprenda, que le haya marcado mucho, diría que la invención del correo electrónico, y eso que quizás perjudique la expansión del género epistolar, las cartas. Me parece milagroso que apenas hayas escrito un aviso, una sugerencia, una petición, esta llegué a cualquier parte del mundo en menos de un minuto, y es que uno recuerda las cartas por avión que uno enviaba a Rosario de Santa Fe, allá por los años 60, a su abuelo Benigno, en un sobre con bordes de color (rojo, azul) y tardaba varias semanas en llegar si es que llegaba. ¡Qué tiempos! ¡Cómo se pasa la vida! El abuelo se fue en 1925, precisamente se cumplen ahora cien años, y regresó con su vieja maleta de cartón fuerte en 1970; quizás por eso me gustan las terminaciones de lotería en 5 o en 0. Era prototipo del americano de la maleta del agua. ¡Cuántas cartas y conversaciones tuvimos! Hace ya muchos años, en la época de mi servicio militar, allá por 1977, me encontré en la estación de Chamartín con dos hermanos emigrantes gallegos recién llegados de Buenos Aires que esperaban el tren de regreso a casa. Uno de ellos tenía demencia y no paraba de preguntar a su hermano que “cuando venía el subte”, el metro de Buenos Aires. No se había percatado que estaba en Madrid. Venían a disfrutar del merecido descanso, después de una larga estancia de austeridad y trabajo en Argentina. Es difícil no encontrar familia española que no tenga algún descendiente por aquellas tierras.

De la solidaridad argentina sabe mucho Pola de Siero. El pasado 13 de abril, Domingo de Ramos, el Centro Asturiano de Buenos Aires celebraba con una cuidada y exquisita fabada sus 112 años de existencia. Estos lazos se deben cuidar, proteger, mimar. Ya el prestigioso pensador Julián Marías decía: “Tiene España, precisamente en estas fechas- junio de 1982- la posibilidad de tener una política propia, original, auténtica. Y esto quiere decir sobre todo una política “hispánica”. Ahora puede y debe hacerlo… España no suscita desconfianza ni recelo. Se la mira con admiración y esperanza. Si alguien en España tiene vocación política y sentido de la oportunidad histórica, no dejará pasar esta oportunidad…”. ¿Se hizo? ¿Cómo está en la actualidad? Seiscientos millones de hispanos, unidos, tienen mucho que decir y hacer.

Estamos en Semana Santa y ahora que tanto se prodiga, con temor y miedo, ese nacionalismo de Trump de “América First”- “América lo primero”-, tengamos la valentía de decir, con moderación y respeto, “Cristo First” –“Cristo lo primero”, y basta para ello darse un paseo por cualquier parte de España, desde Asturias, León, Valladolid, Madrid, Málaga, Sevilla… para evidenciarlo. Y es que sin el Cristo de Santa Ana (Pola de Siero), sin el Cristo de San Félix (Lugones), sin el de la Luz, el de la Misericordia, el de la Salud,  el de  la Buena Muerte, el de la Esperanza, de Velázquez, de Greco, de  Dalí... no se entiende nuestra historia y quiénes somos.

P.D En su autobiografía el Papa Francisco nos cuenta que el buque “Principessa Mafalda” , con más de mil doscientos pasajeros, buque que zarpó del puerto de Génova el 11 de octubre de 1927 rumbo a Buenos Aires, no llegó a destino. También ocurre ahora. 

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