Opinión

Anonimato

Sobre la inestimable ayuda de alguien que se empeña en no figurar

Publicaba este periódico el jueves la visita de niños ucranianos discapacitados al santuario de Covadonga y posterior asistencia a Ribadesella. En la noticia se resaltaba el impulso de Cáritas San Pedro de Pola de Siero y el mecenazgo de la empresa láctea Juan Martínez cuya colaboración económica lo hizo posible. Pero tras todo hay una persona, que se empeña en no figurar en ningún sitio, que desea permanecer en el más sepulcral anonimato. Diseñó la idea, buscó la institución que asumiese la responsabilidad de ejecución, Cáritas, y la financiación. Todo desde el silencio.

Es persona de una sensibilidad especial hacia el problema ucraniano y ya impulsó la posibilidad de enviar ayuda en tiempo de Navidad a familias en Ucrania a través de los padres carmelitas de Berdychiv. Aparte de hacer una sustanciosa colaboración económica a nivel familiar, animó a Cáritas en la ejecución de la propuesta, mantuvo los contactos con el carmelita responsable en Ucrania, recibió justificantes de gastos de la compra de la ayuda para las familias las cuales remitieron su agradecimiento y material fotográfico sobre la donación recibida.

Sabemos que hasta el último céntimo de la ayuda enviada repercutió en esas familias gracias a su anónimo seguimiento, tesón e interés. Esta ayuda está muy lejos del procedimiento institucional habitual que entrega y ahí acaba su función. Para garantizar que nuestras ayudas lleguen a quienes se envíen y produzcan los efectos deseados necesitamos más anónimos. Gracias. n

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