Agüera (Llanera),

Franco TORRE

La procuradora general del Principado de Asturias, María Antonia Fernández Felgueroso, ha comunicado a la Asociación de Vecinos de Agüera que hasta la fecha no ha podido estudiar la queja presentada hace año y medio por la agrupación referente al mal estado de la carretera LL-6, que une San Cucao con Brañas atravesando esa localidad, debido a que la autoridad competente, la Consejería de Industria y Política Territorial, «persiste en su actitud de no enviar la información que le solicitamos».

La queja vecinal ante la Procuradora supone el último capítulo de una lucha de diez años para que se arregle la LL-6, que comienza en el desvío de la AS-240. Los vecinos de Agüera argumentan que el tráfico continuado de camiones de gran tonelaje ha supuesto que la calzada sufra un importante deterioro, que se ha ido agravando con los años.

La LL-6 es una carretera estrecha, sin arcenes ni cunetas, aunque actualmente ni siquiera se ven las líneas que delimitan la calzada, debido al desgaste sufrido por la vía, que además presenta un piso abombado, con mayor altura en el centro de la vía que en los laterales. Esto se debe, según los propios vecinos, a que «de vez en cuando vienen técnicos de Carreteras que parchean la calzada y tratan de ampliarla hacia los lados, para darle más anchura, pero sin hacer una intervención en condiciones». Los vecinos calculan que la carretera ha sido ensanchada alrededor de dos metros.

No obstante, éste no es el único punto de fricción con las administraciones públicas, puesto que los vecinos aseguran que hace unos pocos años había una señal en el vial que limitaba su uso a vehículos de menos de diez toneladas. «Pero esta señal desapareció misteriosamente, sin que las autoridades hicieran nada». Actualmente, la vía está siendo utilizada por los camiones de Caleras de San Cucao y de la cantera de Agüera, cuyo tonelaje triplica en ocasiones la anterior limitación y soporta un tráfico que los vecinos cifran en cerca de setecientos vehículos diarios. Además, debido al peculiar trazado de la vía, estos vehículos de gran tonelaje se ven obligados por norma general a realizar maniobras de marcha atrás en un camino público y sin anchura suficiente para permitir el paso de dos vehículos.

Pese al interés que ha mostrado la Procuradora General en el asunto, los vecinos de Agüera afrontan la resolución del conflicto con una cierta dosis de pesimismo, puesto que tras una década de protestas no se ha remitido nunca una respuesta a los escritos de los de Agüera.